jueves, 18 de abril de 2013

Reto EPAP #26

Tenéis todo el fin de semana para resolver el reto, que en esta ocasión está dedicado a @moigaren@QuimicaSociedad y @EDocet.



1. Participó en la Primera Guerra Mundial con apenas veinte años de edad.
2. Fue alumno de uno de los científicos favoritos de Bernardo Herradón (y no me refiero a Faraday). También fue alumno de uno de los señores de la fotografía anterior.
3. Se le considera un leve precursor de una idea asociada a una famosa teoría de la física. Una teoría cuya primicia de confirmación experimental pudimos leerla en exclusiva en Experientia docet, el blog de César Tomé, a finales del año 2010. 
4. Su más destacado alumno de doctorado pasó una fructífera estancia de seis meses en la misma universidad donde Moisés García-Arencibia trabajó durante tres años.
5. Una paradoja lleva su nombre.

domingo, 14 de abril de 2013

La iluminación de la ciencia

Un filósofo da una lección sobre el planetario de mesa - Joseph Wright 

Observad detenidamente este cuadro y comparadlo con esta imagen...


Más información: aquí.

sábado, 6 de abril de 2013

Falacias acerca de la química [Artículo de Pierre Laszlo y Arthur Greenberg]


«La química tiene una mala imagen. La gente desconfía de ella por considerarla una ciencia compleja e incomprensible. Existe la tradición de aprender la química de memoria en lugar de comprenderla. Los químicos aparecen como personas retraídas y un poco peligrosas, aislados en sus laboratorios, donde confeccionan mezclas elaboradas que son peligrosas al olerlas y quizá hasta venenosas.»

Con esta introducción comienza un interesante y conocido ensayo de Pierre Lazlo y Arthur Greenberg que me gustaría compartir hoy con todos vosotros. Se titula Falacias acerca de la química y son apenas doce folios escritos en 1991, pero que merecen una atenta lectura porque siguen de actualidad y dan en el clavo en una serie de falacias o estereotipos relacionados con la química. Hay más, por supuesto, pero merece la pena tener en cuenta al menos las que podéis leer a continuación. Algunas son discutibles o ampliables y dejo los comentarios a vuestra disposición. ;-)





NOTA: Esta entrada participa en el XXIII Carnaval de la Química alojado en el recomendable blog El zombi de Schrödinger

viernes, 5 de abril de 2013

'Ese punto azul pálido' cumple tres años

El litio nos conduce hacia la búsqueda de planetas | Fuente

Han pasado ya tres años desde aquella tarde de abril que dio inicio a esta pequeña aventura que empezó como un experimento y tan buenos ratos me ha hecho pasar, especialmente en el mundo no virtual. Tres años..., tres, como el número atómico del litio. Al igual que el universo observable en sus inicios, antes de la formación de las estrellas, la composición de este blog ha seguido un patrón cosmogónico parecido. El primer año, mayoritario en publicaciones, fue el del hidrógeno. El segundo, más comedido que el anterior, fue el año del del helio y ahora cumplimos un tercer año, un año más residual en el número de publicaciones pero no por ello peor. Un año donde lo mejor ha sido sin duda lo de siempre: las personas. Vosotros. Y sin vosotros no hay blog. Punto.

Comenzamos con ilusión un nuevo año, y tras el litio, que quede bien claro que la nucleosíntesis solo acaba de comenzar. Todavía tenemos mucha tarea por delante para compartir, aprender y disfrutar... La tabla periódica de los elementos es muy numerosa y solo llevamos tres. ;-)

Muchas gracias a todos, de todo corazón. 

Un fuerte abrazo y ¡salud!

PS.- Para los amantes de las estadísticas, un par de datos: 436 entradas publicadas y más de medio millón de visitas en estos tres años :-)


martes, 26 de marzo de 2013

Carta de Roald Dahl a los antivacunas

Dahl, su esposa Patricia y sus hijos Theo, Tessa y Olivia en 1961 

Sin duda el británico Roald Dahl es un escritor principalmente conocido por títulos dirigidos al público infantil como Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda y un largo etcétera. Menos conocida es su obra para adultos con títulos imprescindibles como Relatos de lo inesperado o Mi tío Ostwald, libro que ya reseñé en su día y que recomiendo encarecidamente. Y aún menos conocida fue su ingeniosa aportación a la neurocirugía cuando participó en el desarrollo de la válvula Wade-Dahl-Till tras el terrible accidente de su hijo Theo. En 1960, el pequeño Theo de apenas cuatro meses fue atropellado en su carrito por un taxi y sufrió graves lesiones que le provocaron hidrocefalia. Necesitó la colocación de una válvula y ante los problemas que surgieron con la misma, Dahl buscó ayuda y consiguió pasar a la historia de la medicina por su contribución (Podemos leer la historia completa en este artículo de JoF).

Pero hoy quiero traer al blog una terrible historia de la vida de Dahl que he descubierto recientemente. Dos años después del accidente de Theo, en noviembre de 1962, la tragedia volvería a la vida de la familia Dahl. Su hija Olivia, con apenas siete años de edad, falleció por las complicaciones de un sarampión. Un Roald Dahl, que según sus biógrafos nunca pudo superar la pérdida de su hija, publicó este desgarrador texto en 1986. Unas palabras que todos deberíamos leer y que me permito reproducir a continuación (la traducción está sacada de aquí y la fuente original es esta):


«SARAMPIÓN: Una enfermedad peligrosa, por Roald Dahl
Olivia, mi hija mayor, cogió el sarampión cuando tenia 7 años. En tanto la enfermedad seguía su curso habitual recuerdo leerle a menudo mientras estaba en cama y no sentirme particularmente alarmado. Una mañana, mientras se encontraba bien camino de recuperarse, estaba sentado en su cama mostrándole cómo crear animalitos con escobillas limpiadoras de colores, y cuando le tocaba el turno a ella de hacer uno, me di cuenta de que sus dedos y su mente no estaban coordinados y que no podía hacer nada.
“¿Te encuentras bien?” Le pregunté
“Tengo sueño”, me contestó
Una hora después estaba inconsciente. Doce horas más tarde estaba muerta.
El sarampión se había convertido en una terrible cosa llamada encefalitis por sarampión y no había nada que los médicos pudieran hacer por salvarla.
Eso fue hace 24 años, en 1962, pero incluso ahora, si un niño con sarampión desarrolla la misma reacción mortal que Olivia, sigue sin haber nada que los médicos puedan hacer para ayudarle.
Por otra parte, hay algo que los padres pueden hacer para asegurarse que este tipo de tragedia no les ocurre a sus hijos. Pueden insistir en que sus hijos sean inmunizados contra el sarampión. Yo no pude hacerlo por Olivia en 1962 porque en aquella época no se había descubierto aun una vacuna efectiva contra el sarampión. Hoy existe al alcance de todas las familias una vacuna segura y eficaz y lo único que tienes que hacer es pedirle a tu médico que la administre.
Todavía no está generalmente aceptado que el sarampión pueda ser una enfermedad peligrosa.
Creedme, lo es. En mi opinión, los padres que ahora rechazan que sus hijos sean inmunizados están poniendo sus vidas en peligro.
En Estados Unidos, donde la vacunación contra el sarampión es obligatoria, tanto el sarampión como la viruela han sido virtualmente erradicados.
Aquí en Gran Bretaña, donde muchos padres rechazan, bien por obstinación, ignorancia o miedo, que sus hijos sean inmunizados, todavía padecemos 100.000 casos de sarampión cada año.
De entre ellos, mas de 10.000 sufrirán efectos secundarios de un tipo u otro.
Al menos 10.000 desarrollarán infecciones de oído o de pecho.
Alrededor de 20 morirán.
ACABEMOS CON ESO.
Cerca de 20 niños morirán de sarampión cada año en Gran Bretaña.
¿Y qué riesgos corren tus hijos al ser vacunados?
Son casi inexistentes. Atiende. En un distrito de aproximadamente 300.000 personas, ¡solo habrá cada 250 años un niño que desarrolle efectos secundarios graves por vacunarse! La probabilidad es de uno entre un millón. Se puede pensar que hay más probabilidad de que tu hijo se atragante hasta morir con una barra de chocolate que de resultar gravemente enfermo por ser vacunado contra el sarampión.
¿De qué narices te preocupas?
Es casi un crimen permitir que tus hijos no estén vacunados.
El momento ideal es alrededor de los 13 meses de edad, pero nunca es tarde. Todos los niños en edad escolar que todavía no han sido vacunados deberían pedirle a sus padres hacerlo lo antes posible.
A propósito, dediqué dos de mis libros a Olivia, el primero fue “James y el melocotón gigante”. Eso fue cuando todavía estaba viva. El segundo fue “El Gran Gigante Bonachón -The BFG”, dedicado a su memoria después de morir de sarampión. Verás su nombre al principio de cada uno de esos libros. Y se lo feliz que se sentiría si pudiera saber que su muerte ha ahorrado una buena cantidad de enfermedad y muerte entre otros niños.»

Tomemos nota. ACABEMOS CON ESO (LET THAT SINK IN), como afirma Dahl en mayúsculas. Personalmente en esta nueva época de oscurantismo que estamos volviendo a vivir (como dice Salvador Macip en este artículo) sigo viendo con estupor y asombro como el movimiento antivacunas tiene cada vez más adeptos. Me parece asombroso que se le dé crédito y me entristece. Solo se me ocurre una frase para terminar: Nescencia necat.  

¡Salud!

Más información:
Roald Dahl's secret notebook reveals heartbreak over daughter's death