viernes, 12 de noviembre de 2010

La mirada cínica


Recientemente se ha publicado por Ediciones Sequitur el libro "La mirada cínica".

Esta obra recoge una antología de textos, la mayoría inéditos en España, de ese genio de la crítica y la ironía que fue el gran autor y periodista estadounidense Ambrose Bierce

Traducido y prologado por Miguel Catalán, en esta deliciosa joya encontramos a un Ambrose Bierce en estado puro, un Ambrose pletórico de cinismo en sus escritos.
Un cinismo que el propio Bierce describía como "una tendencia a exponer los hechos de forma intolerablemente precisa". O ese cinismo tal y cómo lo definió en su correspondiente entrada en su Diccionario del diablo. De hecho el propio Diccionario del diablo se tituló en su origen The Cynic's Word Book, algo así como "El libro de las palabras cínicas".

Pero en "La mirada cínica" hay algo más que cinismo, humor o escepticismo. La realidad que se vislumbra, tras la máscara de su ironía y -digámoslo así- mala leche, es la de un sentimiento más íntimo y profundo. Un toque de decadente melancolía, la melancolía de un pasado perdido, la melancolía de un tiempo no recuperable. Y el irreversible camino hacia la muerte...
 "Cuando camines entre las tumbas de tus semejantes, hazlo con tiento; tus pies están abriendo la tuya"
"La muerte no es el final. Después todavía queda la disputa de la herencia"

Todo se comprende aún mejor si nos sumergimos en estos pasajes de la biografía de Bierce:


Bierce no solía hablar ni escribir sobre su infancia. En los raros casos en que lo hizo, dejó entrever estrecheces económicas y falta de cariño por parte de una madre, Laura Sherwood, que tuvo demasiados hijos, hasta trece, en un medio pobre y poco higiénico (...)

Cuando Ambrose tenía cuatro años, su familia se mudó a Warsaw, en Indiana, donde fue un niño solitario que frecuentaba la naturaleza y el camposanto. El único escrito de sus años escolares que pervive es una copia a mano de una lápida del cemententerio local alusiva a la niña allí enterrrada.

Por no hablar del peor dolor imaginable:

En 1888 se separa de su esposa por diferencias acumuladas a lo largo del tiempo, incluyendo celos mutuos. Un año después se suicida su hijo predilecto, Day, tras asesinar a su rival en la pelea por una mujer, y al siguiente fallece su segundo hijo, Leigh, de una neumonía.

Aunque la verdadera muestra de su espíritu se nos revela en esta carta, que un Ambrose Bierce de 71 años escribe a la esposa de su sobrino poco antes de marchar a Ciudad Juárez, en donde se unió se unió al ejército de Pancho Villa como observador.

"Querida Lora: Mañana parto para una larga temporada, de forma que esta es sólo para decir adiós. Creo que no vale la pena añadir nada más; dado lo cual esperarás, por supuesto, una larga carta. ¡Cuán intolerable sería este mundo si sólo dijéramos lo que vale la pena decir! Y no hiciéramos nunca nada estúpido, como ir a México y Suramérica. [...] ¡Que le den a la civilización! Yo prefiero las montañas y el desierto. 
Adiós. Si oyes que me han puesto contra un paredón mexicano y disparado, por favor, piensa que yo lo veo como una bonita manera de partir de esta vida. Supera en mucho la vejez, la enfermedad o una caída por las escaleras de la bodega. ¡Ser gringo en México: eso sí es eutanasia!
Con cariño a Carlt, afectuosamente tuyo, Ambrose".
 Nunca se supo nada más de él...


Ambrose Bierce, La mirada cínica... absolutamente recomendable.

MÁS INFORMACIÓN:
Prólogo y fragmento del libro
Biografía de Ambrose Bierce en la Wikipedia
Diccionario del diablo en este blog

10 comentarios:

  1. "La muerte no es el final. Después todavía queda la disputa de la herencia"...y en mi caso de la herencia de deudas ¡Ja ja ja!

    "¡Cuán intolerable sería este mundo si sólo dijéramos lo que vale la pena decir! Y no hiciéramos nunca nada estúpido, como ir a (...)Suramérica" ¡Muy cierto, ja ja ja!

    Señor Dani, cada vez me cae usted mejor ¡Ja ja ja!

    ResponderEliminar
  2. Me lo apunto dani, a ver si lo encuentro en barna. gracias!

    ResponderEliminar
  3. Piedra, no te arrepentirás de comprarlo, son 10 eurillos muy bien gastados.

    Gracias por pasar :-)

    ResponderEliminar
  4. Cuando haga mi recorrido por las librerías miraré a ver si veo este libro :).

    Saludoss.

    ResponderEliminar
  5. Alive, bienvenido y gracias por dejar tu comentario. El libro, ten por seguro, que no te defraudará.

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Me encanta este hombre, muy buena "publi" del libro, ha sido muy sabrosa tu sinopsis o introducción, tomo nota muy seriamente de esta publicación, del diccionario del diablo no me lo cogeré, que para esto están tus entradas, jeje!

    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Alejandro, como les he dicho a los demás, no te defraudará. Y anímate a comprar el Diccionario del diablo, hombre, no es lo mismo vivirlo que te lo cuenten ;-)

    ResponderEliminar
  8. Bueeeno, pues ala, otro a la lista, lo triste es que tengo libros físicamente en casa por leer de hace tiempo pero no les encuentro el momento, bueno quizás éste al poderse leer por definición o página lo pille con mas ganas, a ver si al final también haré entradas en mi blog con el diccionario!!!

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Sr. Vaudeville, se lee en una horilla más o menos. Y aleaoriamente, también. ;-)

    ResponderEliminar