domingo, 25 de noviembre de 2012

Aconitina: La reina de los venenos


Medea ofrece una copa a Teseo


Personajes de la ficción literaria como Andrés Hurtado (El árbol de la ciencia de Pío Baroja) o el padre de Leopold Bloom (Ulises de James Joyce) fueron víctimas voluntarias de su efecto letal. En otros casos, como lord Arthur Saville (El crimen de lord Arthur Saville de Oscar Wilde) fue elegida por su efectividad y toxicidad, y también fue la esencia con la que Medea intentó acabar con la vida de Teseo, si nos trasladamos hacia la mitología griega. Y más recientemente, en juegos de ordenador como Assassins Creed: La Hermandad, es un bien muy apreciado de obtener para continuar con vida y seguir la partida. Quizás a estas alturas ya habrás adivinado, querido lector, a quién nos estamos refiriendo. O quizás no. Nuestra mortal protagonista de hoy es la aconitina, la reina de los venenos, un letal agente tóxico menos conocido que su consorte -el clásico y popular arsénico- pero igual de implacable en proporcionar el tránsito, ya sea voluntario o malévolamente intencionado, hacia el oscuro y frío reino de Hades. 

Pero la realidad siempre supera a la ficción y la infame historia de esta sustancia se remonta a la antigüedad. Lo que empezó como una medicina tradicional se convirtió en uno de los tóxicos más empleados como arma química casera, impregnada en puntas de flecha, añadida a depósitos de agua o incluso también fue utilizada como veneno judicial en la Edad Media. 

A mediados del siglo XV el “Consejo de los Diez” de Venecia, una organización que ejercía como policía secreta del estado, disponía de un baremo de precios para el envenenamiento de los ciudadanos “indeseables”. El valor asignado dependía de la clase social de las víctimas y de la dificultad en acceder a ellos para matarlos. Se han conservado hasta nuestros días las actas en las que hacían constar el éxito en la eliminación de dichos “indeseables” marcándolos como factum[1] en el margen de cada archivo y describiendo el veneno que había sido empleado en cada ocasión. Rey y reina, arsénico y aconitina, fueron los más empleados durante muchos años.

Pero la infame historia de la aconitina no acabó con la llegada de tiempos más civilizados. Grigori Mairanovski, también conocido como el Profesor veneno o el Menguele ruso, fue un bioquímico soviético que dirigió el Laboratorio 1 del NKDV[2], un centro de investigación toxicológica destinado al desarrollo de venenos letales y sus antídotos, desde 1938 hasta 1946. La aconitina fue empleada para la eliminación de disidentes políticos y enemigos del pueblo soviético. El sueño de Mairanovski fue el de encontrar un veneno capaz de matar a una persona sin dejar rastro alguno en el análisis forense, la leyenda dice que él mismo fue víctima de tal sueño. Pero esa es otra historia. 




La aconitina es un alcaloide diterpénico, el más activo presente en el género de plantas Aconitum, siendo la raíz de esta familia de plantas fanerógamas el lugar en el que se encuentra en mayor cantidad. En Europa la más frecuente es el Aconitum napellus también conocida simplemente como acónito.

La aconitina, como compuesto químico, es la acetilbenzoilaconina (C34H47NO11), una sustancia poco soluble en agua pero soluble en alcohol, éter, pero sobre todo en cloroformo. La vía de exposición más frecuente como veneno es la digestiva, aunque también se puede producir la intoxicación a través de las mucosas o incluso de la piel por vía dérmica. La aconitina es capaz de producir la apertura de los canales de sodio de las células nerviosas y musculares. Una dosis elevada (alrededor de 0,2-1 mg) produce una sensación de hormigueo y picor en la boca, si ha sido ingerida, que se extiende hacia toda la cara y garganta. El pobre intoxicado tiene la sensación de que su cabeza aumenta de tamaño de forma desmesurada, una sensación que seguidamente se propaga al resto de su cuerpo y extremidades. Náuseas, malestar, vértigo, calambres, arritmia y hasta fibrilación ventricular son otros de los síntomas que pueden causar finalmente la muerte si la dosis absorbida ha sido tan solo de unos 2-3 mg. El malogrado súbdito que cae en las garras de la reina de los venenos es plenamente consciente en todo momento de tales padecimientos y mantiene su lucidez durante todo el curso de la intoxicación. 



Estructura cristalina de la aconitina | Cortesía de Bernardo Herradón (IQOG-CSIC)

No hay tratamiento específico para la intoxicación por aconitina. El tratamiento, con atropina o lidocaína, se dirige solo hacia los síntomas y las posibilidades de supervivencia cuando se han absorbido dosis de 2 o 3 mg de aconitina cristalizada son muy escasas. Si a esta dosis letal tan pequeña se le une la facilidad que tiene la aconitina para hidrolizarse y descomponerse, no es de extrañar que haya sido tan estudiada y utilizada como el supuesto veneno perfecto. Toda una reina, en definitiva. Una reina que el mismísimo noble lord Arthur Saville eligió cuidadosamente para sus perversos propósitos…


«Lord Arthur se quedó muy desconcertado ante los términos técnicos empleados en los dos libros y empezaba a recriminarse por no haber prestado más atención a sus estudios en Oxford, cuando en el tomo segundo de Erskine encontró una explicación acertadisíma y muy completa de las propiedades del acónito, redactada en un inglés clarísimo. Le pareció aquél el veneno que le convenía por todos los conceptos; era muy activo, por no decir casi instantáneo; en sus efectos no causaba dolores y, tomado en forma de cápsula de gelatina, como recomendaba sir Mathew, era insípido al paladar. Por tanto, anotó en el puño de la camisa la dosis necesaria para ocasionar la muerte, devolvió los libros a su sitio y se encaminó por la calle de Saint-James hasta casa de Pestle y Humbey, los grandes farmacéuticos»
                                              El crimen de lord Arthur Saville, Oscar Wilde.




[1] Hecho, en latín.
[2] Comisariado del pueblo para asuntos internos (en ruso: Народный комиссариат внутренних дел): Un departamento encargado de la seguridad del Estado pero con una turbina historia de crímenes y represiones políticas.

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Lectura recomendada:
El crimen de lord Arthur Saville, Oscar Wilde.

Bibliografía:
Toxicología fundamental. Manuel Repetto.
Manual de Medicina legal y Toxicología. Gisbert Calabuig y Villanueva Cañadas

Este artículo fue publicado originalmente en el número 3 de la Revista Journal of Feelsynapsis.
Esta entrada participa en la XIX edición del Carnaval de Química organizado por @scariosHR en su recomendable blog LEET ME Explain.




sábado, 24 de noviembre de 2012

I am starstuff


The nitrogen in our DNA, the calcium in our teeth, the iron in our blood, the carbon in our apple pies were made in the interiors of collapsing stars. 
We are made of starstuff
Carl Sagan

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Se acabaron los premios Bitácoras 2012 para 'Ese punto azul pálido'…


Y hemos conseguido el honroso décimo puesto en la categoría de Ciencia. Teniendo en cuenta que esta clasificación ha sido resultado de una votación popular, he de reconocer mi más profunda alegría por el resultado obtenido. Muchas gracias a todos los que me habéis apoyado. Es bastante probable que jamás alcance un resultado mejor en este tipo de premios… (pausa dramática) pero no importa, ahora toca disfrutar de este efímero baño de alegría.

Pero aunque todo haya acabado para EPAP, queda la final del próximo viernes en InterQué en la que tres grandes de la blogosfera se juegan la estatuilla. Como dije en mi anterior post, mi apuesta por el futuro de la divulgación científica está centrada en el mundo de los blogs, y estos tres grandes son un ejemplo de las "notorias excepciones" de las que hablé. Sigo opinando prácticamente igual.

Vamos a mojarnos: ¿Quién merece ganar un Bitácoras como mejor blog de ciencia en 2012? Pase lo que pase, estos tres pilares de la divulgación son ya ganadores, se les nota y me consta. Aunque suene a tópico, es verdad. Pero si Eureka y Gaussianos son merecedores de los más altos honores y galardones (y un riñón mío si me lo piden) por su trayectoria de tantos años en la brecha y su altísima calidad, hemos de ser coherentes y decir que el año 2012 ha sido el año de Scientia.  Y lo digo en un ejercicio de objetividad y perspectiva voluntario, dejando de un lado la lógica emoción y orgullo de ver a un gran amigo de toda la vida en una posición tan alta y admirable.

¿Por qué Scientia ha sido el mejor en 2012? 
Daremos 10 razones de esas que tanto le gustan a nuestro encapsulador favorito:

1. Los contenidos. Muy didácticos, de nivel de carrera de ciencias y enlazados con aspectos cotidianos, nada de abstracciones. Todo un logro que salta a la vista leyendo los comentarios de la gente que agradece la claridad en las explicaciones. Tras pasar por Scientia la experiencia de ir a un supermercado o leer la etiqueta de un producto de consumo doméstico es diferente.

2. El sentido del humor. Muy suyo, rozando lo gamberril, pero que no deja indiferente. Y para mí uno de los mejores aciertos de su estilo. Buscas descojonarte y sales aprendiendo conceptos de biología o química, que luego retienes en la memoria por asociación inverosímil. Es muy difícil conseguir ese mestizaje como lo hace Scientia.

3. El surrealismo. Unido al punto anterior -a veces me preocupaba la salud mental del encapsulador- las idas de olla élficas de Scientia unen magistralmente la cultura popular con la ciencia básica que se enseña en la universidad. Sus gustos musicales son también surrealistas, pero esa es otra historia.

4. La innovación. Este aspecto es menos conocido, pero Scientia ha trasladado su modus operandi a sus clases como pocos profesores universitarios han hecho. No ha sido el primero, pero ha dado el salto con un éxito apabullante. Una pena que su universidad no lo valore… de momento.

5. La ilusión. Cualidad de un buen blog. Si un blog consigue ilusionarte es porque quien está detrás está ilusionado con compartir su conocimiento. Escasean los blogs en los que esperas impaciente la publicación de una nueva entrada. Scientia ilusiona.

6. La valentía. Para enfrentarse a la caterva de trolls, algunos procedentes incluso del ámbito académico, hay que ser muy valiente. Pero eso es lo de menos, y no le quito importancia, pero a veces el problema surge de tu propio entorno social, que se mofa de la divulgación y no te comprende. Scientia se compromete y lucha sin traicionar a sus principios, con valentía y sin miedo.

7. La constancia. Todo el que tiene un blog sabe que mantener un ritmo de cantidad y calidad es muy difícil. Dos entradas por semana, de las curradas no como lo que hago yo de poner algún vídeo o cita de libro (:P), son muchas. Y quitan un tiempo que es más que platino para un padre de familia y profesional investigador y docente.

8. El trabajo de campo. El mundo de los blogs de ciencia se suele caracterizar por transmitir conocimientos a través de papers u otras publicaciones. En Scientia hay un periodismo de investigación que pisa la calle y suele contar lo que nunca hemos leído. 

9. El sentido de la trascendencia. Tengo la absoluta convicción de que cuando Scientia escribe, aparte de hacerlo con libertad, piensa mucho (pero mucho) cada mensaje que transmite, cada consejo, por si dentro de algunos años cierta personilla de parche en el ojo quiere saciar su curiosidad y mira hacia atrás. Para mí, personalmente, es la mayor virtud bloguera que se puede concebir. Admirable. 

10. La labor social. Para mí el punto más importante y por sí mismo por el que merece ser ganador y alcanzar el cielo. La denuncia, con rigor y seriedad, de los atropellos que vivimos por parte del marketing pseudocientífico que nos inunda. Scientia ha sido un azote de charlatanes de una de las peores lacras de nuestra sociedad: la de los que con conocimiento se aprovechan del sufrimiento y la ignorancia ajena para obtener un beneficio económico. Y lo ha hecho de forma magistral, poniendo en jaque a la industria cosmética, denunciando falsas terapias o siendo implacable con los mensajes quimifóbicos. En una sociedad donde todo el mundo usa Google, que alguien buscando soluciones o información a un problema que le preocupa encuentre la información en Scientia en vez de algún sitio dudoso, me parece de un valor impagable a nivel de mejora social. Mención especial aparte merece su compromiso con llevar sus punteros conocimientos sobre las ciclodextrinas al campo de la salud de los más olvidados y sensibles, o su dedicación por mejorar la cantera de la investigación en España.

Con diez o por cien razones más que podría escribir, concluyo afirmando que Scientia es de esos blogs, que son más que un blog (parafraseando un lema futbolístico muy conocido). Y durante este año que llega a su fin nos ha enseñado a vivir con los ojos abiertos. Con los únicos ojos con los que algún día contemplaremos un mundo mejor.

Suerte. Y que gane el campeón. ;-)

domingo, 18 de noviembre de 2012

El sentido de divulgar, los blogs de ciencia y todo lo demás

Antes de ayer lancé este tuit,

Hace unos días, Daniel Marín (Eureka) escribió una entrada en la que mostraba su preocupación por la tendencia que estaban sufriendo últimamente los blogs de ciencia hacia la superficialidad y la inmediatez. Le dejé el siguiente comentario:


«Me siento plenamente identificado con tus palabras, amigo. Y reconozco que soy de los blogueros que han languidecido hacia la pendiente resbaladiza de la dejadez. En mi caso es solo por un motivo: la falta de tiempo. 
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que hay muchos blogs de ciencia muy buenos que no reciben ni apoyo ni difusión, ni siquiera respeto. Es triste. Y no hace falta ser muy avispado para darse cuenta de las envidias que suscitan. La superficialidad e inmediatez no es algo únicamente exclusivo de los blogs de ciencia, no, forma parte de la sociedad en general, basta echar un vistazo a nuestro alrededor. Una sociedad que maltrata a los que se esfuerzan, a los que eligen el camino duro, y premia la banalidad, el mangoneo y la ignorancia... Como dicen en esta película: "Esta es la vida que llevamos, la que elegimos. Y solo hay una cosa segura: Ninguno veremos el cielo"
https://www.youtube.com/watch?v=otphzoJzKgE
Un abrazo y nos leemos.»

Como dije en Twitter, hay notorias excepciones de blogs amateurs que realizan un trabajo encomiable, unos blogueros que nos desbordan con su talento y el dominio de cada tema sobre el que hablan. Blogueros que por amor al arte y a la ciencia sacrifican parte de su vida personal, y en ocasiones la laboral, para darnos grandes satisfacciones a sus lectores, y de las que cómodamente disfrutamos a golpe de click. Estos divulgadores científicos de la blogosfera, las notorias excepciones, merecen para mí un respeto absoluto y mi más sincera admiración y agradecimiento. Un agradecimiento y un respeto que intento mostrarles cada vez que puedo, ya sea en persona a los que conozco o a través de comentarios en sus blogs o en Twitter. 

Pero me preocupan. Y me preocupan especialmente porque la labor de mantener un nivel tan alto es muy difícil, y en los años que llevo leyendo divulgación científica amateur en formato blog he visto caer a los mejores. Todo el que es aficionado a este mundillo sabe muy bien a quién me refiero con los de ahora y con aquellos que han caído. Hoy no doy nombres, no por olvido, que no los olvido, sino porque son tantos que desviarían la atención y el mensaje general.
"Esta es la vida que llevamos, la que elegimos. Y solo hay una cosa segura: Ninguno veremos el cielo"
Pero soy optimista y creo que alguno verá el cielo. Es más un deseo que una predicción, pero pienso que es el mejor momento. Algunos lo rozaron, otros están en ello...

Si puedo aportar algo, desde mi humilde posición de aficionado y blog minoritario, lo haré. No debemos perder el rumbo ni dejarnos arrastrar por la comodidad del desánimo y la queja pasiva. Es el momento de actuar. La divulgación científica en España está en declive, basta asomarse a la nula presencia en la televisión, la residual en la radio o echar un vistazo a cualquier librería o quiosco. Por no hablar del maltrato que están teniendo museos, centros educativos y demás espacios que dedicaban su esfuerzo a la promoción de la cultura científica. 

Nos quedan los blogs de ciencia, blogs tras los que hay fantásticos divulgadores, cada uno con su estilo y marca personal. Blogs a los que lloramos cuando se marchan, pero que no apoyamos lo suficiente cuando los tenemos con nosotros. Es más, parece que hasta les exigimos y les apretamos como si pagáramos por ello, por no hablar del troll envidioso y dañino (jamás pensé que esta fauna pudiera morar por un sector tan especializado como la ciencia, pero lo hacen).

Hoy prácticamente todo el mundo tiene acceso a internet y utiliza Google para buscar información. Si se trata de ciencia, si se trata de iluminar la oscuridad, mi apuesta personal -desde el punto de vista del mero aficionado- es la de que los blogs de ciencia alcancen el cielo. No tengo ni idea del cómo o de qué más podemos hacer, pero ahí lo dejo. Yo mientras tanto, sigo con lo mío

Salud, amigos. :-)

jueves, 8 de noviembre de 2012

Estación espacial [Vídeo IMAX 3D]

Si tienes 45 minutos por delante, no se me ocurre mejor plan para esta tarde que el que veas este vídeo que acabo de encontrar. Una película deslumbrante y espectacular a partes iguales sobre la ISS. ¿Una más? Bueno, qué importa, y mil más, ¡todas a mí! que el aero/yuri-trastorno es lo que tiene. La narración corre a cargo de Tom Cruise..., no todo puede ser tan perfecto en esta adicción :-P
¡Disfrutad!


domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Qué es la filosofía? ¿Para qué sirve? [Entrevista a Bertrand Russell]

Interesantes preguntas a las que nos responde Bertrand Russell en esta entrevista radiofónica grabada a principios de la década de los sesenta. Merece mucho la pena dedicar unos minutos para escuchar al gran maestro Russell en toda su lucidez intelectual. El vídeo está subtitulado al español.

jueves, 1 de noviembre de 2012

El comunicado de prensa [Extracto del libro 'Vanidad, vitalidad, y virilidad' de John Emsley]


«En resumen: al enfrentarse a temas nuevos claramente basados en comunicados de prensa, habría que ignorar cualquiera que tenga alguna de estas características:
1. Los que se presentan como gráficos, a menos que incluyan el origen.
2. Los que no incluyen el margen de error.
3. Los que se basan solo en una muestra de pequeño tamaño o una muestra cuyo tamaño no se indique.
4. Los que se presentan solo como porcentajes.
5. Los que influyen en las emociones.
6. Los que utilizan el lenguaje de la incertidumbre, con palabras y frases como "podría relacionarse con", "se cree que", "parece mostrar", o los que utilizan como referencia a grupos no específicos, como "los médicos están convencidos de", "los científicos creen actualmente", etcétera»                                                                                                          
                     -Epílogo. Quimifobia: Causas y cura. John Emsley-