lunes, 23 de mayo de 2011

Like a rolling stone

Fuente
Un buen día de 1879, Joseph-Ferdinand Cheval, un cartero de pueblo de 43 años recogió una piedra del suelo. Fue la primera; un canto rodado que marcaría el resto de su vida con una ilusión, convertida en pasión, y la búsqueda de un sueño. El sueño de la perfección: el Palacio Ideal.

Cheval recorría alrededor de 30 kilómetros diarios para repartir el correo en la población de Châteauneuf-de-Galaure, una localidad del sureste de Francia. Pero una mañana, en 1879, mientras realizaba el rutinario reparto de la correspondencia a los vecinos de la zona rural que tenía asignada, tropezó con una roca caliza de pequeño tamaño y pintoresca forma. Cheval comenzó de esta manera una compulsiva recogida de piedras de distintos tamaños y formas, las llevaba en sus bolsillos, en su cartera cuando estaba vacía..., hasta que finalmente consiguió una carretilla.

Con la ayuda de su esposa y durante los siguientes 33 años, Cheval construyó uno de los más fascinantes monumentos de todos los tiempos, el Palacio Ideal. Como expresó el propio cartero rural, se impuso esta dura disciplina a sí mismo para demostrar que la fuerza de voluntad puede triunfar sobre toda clase de dificultades físicas y mentales, y también lograr una comprensión más perfecta de la naturaleza de las cosas y de la naturaleza misma.

El Palacio Ideal tiene unas dimensiones de unos 26 metros de largo y una altura que varía entre 8 y 10 metros. Mezcla diferentes estilos arquitectónicos con motivos y símbolos inspirados en el cristianismo y el hinduismo.

Cheval falleció en 1924 viendo terminada su obra. Tan solo unos pocos años después comenzó a extenderse internacionalmente la fama de esta edificación. El detonante se inició en 1928 cuando Jacques-Bernard Brunius, un escritor y cineasta francés, descubrió el Palacio Ideal y se lo recomendó a sus amigos. Gracias a él, una imagen del palacio se incluyó en una exposición  del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).
 

Artistas como André Breton, Max Ernst o Pablo Picasso quedaron prendados con la obra de Cheval. Incluso Picasso llenó un cuaderno con 12 dibujos inspirados en el propio palacio. Tras ellos se unieron otros visitantes ilustres como Marguerite Duras, Gaudí, Jean Tinguely, Larry Rivers, Pablo Neruda o Alejo Carpentier entre otros.


En 1969, André Malraux, en su calidad de Ministro de Cultura francés, declaró el castillo Patrimonio Cultural y aseguró así su conservación.
¿Te apetece verlo?...

Imágenes: Wikipedia
O mejor aún en este vídeo:


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Y a mí que todo esto me recuerda a nuestro particular Cheval castizo de Mejorada del Campo, Justo Gallego ... Sí hombre, el del anuncio de Acuarius de hace unos pocos años. No sé cómo le irá, pero para él, para nuestro artista Rolling Stone español va dedicado este post. :-)

4 comentarios:

  1. ¡Por los pechos de Sabrina Sabrok, que belleza!

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  2. No seas exagerado, Yunni. XDD

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  3. Estoy de acuerdo..."la fuerza de voluntad puede triunfar sobre toda clase de dificultades físicas y mentales". Es muy fácil poner como excusa el no tener fuerza de voluntad para dejar de acometer diversas empresas...una verdad como un templo...o como un palacio...

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  4. Un solo hombre, un cartero, durante décadadas construyendo una obra maestra. Impresionante!

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