viernes, 22 de septiembre de 2023

Popeye y las espinacas



Los dibujos animados favoritos de mi infancia eran los de Mazinger Z y la Pantera Rosa, pero también recuerdo con cariño a Popeye "El Marino" y soñaba con una poción mágica como la que utilizaba él para conseguir una fuerza brutal. pero algo que supiera mejor que las insufribles espinacas que mi madre intentaba colarme con la excusa del hierro que contenían.

El mito del hierro en las espinacas proviene de un descuido en la interpretación de un estudio realizado en la década de 1930. En este estudio, se encontró cierto contenido de hierro en las espinacas, pero debido a un fallo en la calibración del equipo de medición, la cantidad de hierro fue informada de manera exagerada. Y el error se fue transmitiendo de texto en texto.

Popeye aparece en 1929. En aquella época se acababa de descubrir el importante papel que tenía el hierro en la nutrición y la relación entre la falta de hierro y la anemia, por lo que un suplemento de hierro podría ser la clave para recuperar la fuerza perdida. El error era pensar que cuanto más hierro, más fuerza, un error justificado si pensamos que en el año 1929, con el crac de la bolsa en Estados Unidos, había grandes bolsas de pobreza y se pasaba hambre, con lo que las anemias eran frecuentes.

Las medidas de la cantidad de hierro en los alimentos empezaron a realizarse a finales del siglo XIX empleando una reacción química con un compuesto llamado "tiocianato". El primero que midió el contenido de hierro de las espinacas fue el químico alemán Erich von Wolf en 1870 y se equivocó poniendo la coma: lo que eran 0,35 miligramos por cada 100 gramos acabaron siendo 3,5 miligramos por cada 100 gramos, es decir, diez veces más. Además, para asimilar el hierro necesitamos vitamina C, así que no solo tenemos que tener en cuenta el contenido de hierro, sino con qué lo comemos.

A pesar de que se corrigió este error décadas después, la idea de que las espinacas son una fuente extremadamente rica de hierro se había convertido en un mito popular. Este mito se popularizó aún más en los años siguientes a través de la cultura popular, incluyendo la famosa tira cómica de Popeye el marinero, que mostraba a Popeye comiendo espinacas para aumentar su fuerza.

Aunque las espinacas contienen hierro, no son una fuente extremadamente rica de hierro si las comparamos con otras verduras y alimentos. Además, el hierro presente en las espinacas es de un tipo que no se absorbe tan fácilmente por el cuerpo como el hierro presente en otros alimentos.

Si queremos hierro, los alimentos más ricos en este compuesto son la carne de hígado, las almejas o la levadura de cerveza. También hay legumbres ricas en hierro como las judías o los garbanzos, aunque su absorción no es tan buena debido al alto contenido en fibra que contienen.

Las espinacas son una fuente excelente de potasio, un mineral implicado en muchos procesos metabólicos, y contienen ecdisterona, una sustancia que aumenta el rendimiento en deportistas de élite. Aunque para conseguir sus efectos se necesitan más de 4 kilos de espinacas... Sobran los comentarios. :)

6 comentarios:

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