Fantasma:  Signo exterior e invisible de un temor inferior.  Para                    explicar el comportamiento inusitado de los fantasmas,  Heine                    menciona la ingeniosa teoría según la cual nos temen  tanto                    como nosotros a ellos. Pero yo diría que no tanto, a  juzgar                    por las tablas de velocidades comparativas que he  podido                    compilar a partir de mi experiencia personal. Para  creer en                    los fantasmas, hay un obstáculo insuperable. El  fantasma nunca                    se presenta desnudo: aparece, ya envuelto en una  sábana, ya                    con las ropas que usaba en vida. Creer en ellos, pues,                     equivale no sólo a admitir que los muertos se hacen  visibles                    cuando ya no queda nada de ellos, sino que los  productos                    textiles gozan de la misma facultad. Suponiendo que la                     tuvieran, ¿con qué fin la ejercerían? ¿por qué no se  da el                    caso de que un traje camine solo sin un fantasma  adentro? Son                    preguntas significativas, que calan hondo y se aferran                     convulsivamente a las raíces mismas de este  floreciente credo.Siempre sorprendiendo, este Bierce... 
Leyendo la última entrada de El Busto de Palas sobre Óscar Wilde, he recordado lo bien que lo pasé con el fantasma de Canterville; y buscando buscando en el diccionario del diablo..., pues ahí queda la definición.
ResponderEliminarGracias por la mención Dani :) Como siempre, muy ingeniosa la definición de Ambrose Bierce, parece una tontería, pero te deja pensando sobre el tema un buen rato.
ResponderEliminarRespecto al Fantasma de Canterville, un relato maravilloso, sin duda. Cuando lo leí me dejó impresionado, fue mi primer relato de Wilde, me encanta el sentimiento con el que consigue impregnar a todas sus obras, es un escritor especial. Además era todo un genio a la hora de criticar aspectos de la sociedad en la que vivía (la crítica que expresa en "El amigo fiel" te deja sin habla, porque además de indignarte sabes que en nuestra sociedad abunda la gente de ese tipo...)