jueves, 3 de marzo de 2011

El tío Tungsteno

Ed. Anagrama. ISBN: 9788433961938


Poca gente sabe que el conocido neurólogo inglés Oliver Sacks, autor de libros tan conocidos como Despertares, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero o Un atropólogo en Marte, fue un químico precoz. Y quizá el adjetivo precoz se queda corto cuando leemos sus memorias de  infancia recogidas en su libro El tío Tungsteno.


Como cuenta Sacks en el epílogo de este obra, fue su amigo el Nobel de química Roald Hoffmann el que le envió un misterioso paquete en 1997. Un paquete que contenía un gran cartel de la tabla periódica con cada elemento fotografiado, un catálogo de productos químicos y una barrita de un metal denso y grisáceo que cayó directamente al suelo cuando abrió el paquete. El sonido de la barra de ese metal -el tungsteno- al caer, fue el soplo proustiano que llevó a Sacks a su infancia y al recuerdo de su tío Dave, el «tío Tungsteno», dueño de una fábrica de bombillas eléctricas y quien le enseñó a amar la química. 

Tras cincuenta años, Sacks retomó su afición a la química, que aún continúa, y se mantiene informado de los últimos descubrimientos y avances. E incluso sueña con ella...


"A menudo sueño con la química, en sueños donde se funden pasado y presente, la retícula de la tabla periódica transformada en la retícula de Manhatthan. La ubicación del tungsteno, en la intersección del grupo VI y el periodo 6, es sinónimo de la intersección de la Sexta Avenida y la Calle Sexta.(Naturalmente, ese cruce no existe en Nueva York, pero sí, de manera conspicua, en el Nueva York de mis sueños) Sueño que como hamburguesas hechas de escandio. A veces también sueño con el indescifrable lenguaje del estaño (un recuerdo confuso, quizá, de su quejumbroso «grito»). Pero mi sueño favorito consiste en que voy a la ópera (yo soy Hafnio), y comparto un palco en el Metropolitan con otros metales pesados de transición -mis viejos y apreciados amigos-: Tantalio, Renio, Osmio, Iridio, Platino, Oro y Tungsteno."
Un libro mucho más que recomendable. Aparte de disfrutar con las vivencias de una divertida infancia que nos recrea de forma magistral Oliver Sacks, nos encontramos con un relato donde la ciencia química cobra un valor más allá de sus lejanos recuerdos personales, es todo un minirelato de la historia de esta ciencia y un libro de divulgación como una casa.

Cuando lo leía no daba credito a los profundos conocimientos de química que tenía ese chaval de 14 años. Sí, porque el libro termina cuando Sacks cumple 14 años y pierde el interés (por cierto, motivado en parte por la Mecánica cuántica) por la química. El nivel que adquirió nuestro amigo superaría ampliamente a un estudiante de grado o incluso a muchos titulados o graduados en química actuales. Si crees que exagero, lee el libro y vuelve para contarlo. ;-) O mejor aún, busca a un químico y hazle preguntas con el libro delante...verás como lo pasa mal. :-)

Aclaración adicional: El símbolo químico del tungsteno es W. La palabra tungsteno procede del sueco: tung se traduce como "pesado" y sten, "piedra"; más o menos, "piedra pesada". La IUPAC lo denomina como tungsten (en inglés, su idioma oficial). Y nosotros en España lo conocemos y lo hemos estudiado siempre como wolframio.

NOTA FINAL: Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de Química, que se celebra durante este mes en el blog Experientia docet.

9 comentarios:

  1. ¡Ja ja ja! ¿Por que no soñara con chicas, como nosotros los simples mortales?

    Un químico me dijo que esa confusión de nombres -aquí en Sudamérica se da más- se debe a vestigios de la guerra fría.

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  2. Hola,
    Me ha gustado mucho tu entrada. Leí ese libro hace años y me encantó (además soy química). Tiene relatos entretenidos mezclados con divulgación, y con lo difícil que es encontrar divulgación científica en química se disfruta bastante leyéndolo.

    Te agradezco la nota final. Mucho. Una de mis batallas personales es corregir a todo aquel que diga Tungsteno en lugar de Wolframio. Para un elemento que descubre un español.... (en realidad hay dos), dejarle el nombre original es lo menos que podemos hacer.

    Gracias y un saludo.

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  3. Tarde o temprano tenia que aparecer Sacks como aqui XD No sólo es un científico excelente sino que tiene un sentido del humor brillante y contagioso, además sus libros son muy amenos de leer. Me apunto el que comentas.

    P.s: ademas del wolframio, y si no recuerdo mal el platino y el vanadio también fueron descubiertos por españoles

    Saludos!

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  4. Enhorabuena Dani, me ha encantado. La verdad es que, aunque entre muchos se estén cargando la carrera de Químicas, yo estoy orgulloso de haberla cursado. Mañana compro el libro...ya te contaré.

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  5. Gran recomendación parece, más que agradecido por ello. Muchas gracias, vamos a agendar =).

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  6. Me apunto el libro para comprármelo más adelante.

    Saludoss.

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  7. Gracias a todos, sobre todos a los que pasáis por primera vez por aquí. Los que leáis el libro, por favor, comentad qué os ha parecido :-)

    Saludos

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  8. Un ser cercano a mí, que ya no lo es, era el más listo de España. Sela pelaba a las 19:35 porque daba más gusto, sabía el porqué de todo y cómo hacerlo todo.
    Un dia trajo una diana (no como la de Dani, porque esa es preciosa), trajo una de piel de camello, de las buenas según su sapiencia. Ahí que servidor apareció con unos dardos del Pryca, lo cual produjo una gran carcajada en él, quien, con condescendencia, me explicó que los dardos buenos eran los suyos, de tungsteno.
    Yo, inocente, compré unos, pero eran españoles, de wolframio, lo cual, en la siguiente partida, desató de nuevo su estúpida sorna.
    Yo llevaba mi librito de la iupac de octavo junto con mis dardos.

    Nunca más ganó una partida.

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  9. Vaya, Jaleante, qué historión más bueno. Jajaja

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