jueves, 31 de diciembre de 2015

Algunos libros de divulgación que he leído en 2015

Llega fin de año y con él la tradicional recopilación de algunos, solo algunos, de los libros que me han acompañado en los últimos doce meses. Y digo «algunos» porque he de confesaros que también leído manuscritos que no se han publicado de momento. Cosas de tener buenos amigos en esta comarca que llaman el mundillo. :-)

A continuación os dejo los títulos -treinta en total- con un predominio del papel sobre el ebook y acompañados de una opinión muy breve en la mayoría de ocasiones, o más extensa e incluso con reseña más sesuda en otras, pero con la única pretensión personal que la de dejar constancia de lo leído y de las sensaciones que me han dejado cada uno de estos libros. Y si os sirve u os anima a leer, bienvenido sea.
Ahí va la foto y los comentarios:




Un cometa en la coctelera (Florian Freistetter)
La conexión entre el universo y nuestra vida cotidiana. Un libro de lo más interesante y recomendable que fue considerado libro del año en Alemania. No sé que significa eso del libro del año ni me importa pero os lo recomiendo te atraiga la astronomía o no, porque a veces los misterios de las ciencias espaciales están más cerca de lo que piensas. 

Reflexiones nocturnas escuchando la Novena Sinfonía de Mahler (Lewis Thomas)
Una colección de ensayos que no te dejarán indiferente y que pese a ser antiguos plantean cuestiones que nos siguen preocupando e incluso consejos científicos. La lucidez y sensibilidad de Lewis Thomas con todos y cada uno de los temas que trata sacuden por dentro. Parecen sencillas reflexiones pero en el fondo ocultan una profundidad de análisis con apariencia suave pero contundente en el fondo. Todo un descubrimiento y espero leer más libros de este autor. La la única pega es que sus títulos no son fáciles de encontrar en las librerías. Ojalá tengáis suerte, buscadlo y leedlo. Os dejo con un pequeño aperitivo sobre lo peor que le ha ocurrido a la educación científica.

Medicina sin engaños (JM Mulet)
¿Os he dicho alguna vez que a Mulet hay leerlo sí o sí? Efectivamente, dije exactamente lo mismo en 2014 con Comer sin miedo y ahora lo ratifico. A Medicina sin engaños le dediqué una reseña más completa en febrero. Podéis volver a leerla aquí.

Microcosmos (Lynn Margulis y Dorion Sagan)
Una delicia de libro que nos sumerge en el mundo de la vida mibrobiana y su evolución. Comienza con Lewis Thomas, a quién acababa de descubrir, y que se encarga de presentarnos lo que nos vamos a encontrar en el libro. Miramos mucho al cielo buscando la inspiración o las maravillas de la naturaleza en las estrellas o los agujeros negros, pero habrá que ir mirando más a menudo con un microscopio, real o virtual, porque el mundo de los microorganismos es absolutamente espectacular. 

¿Qué pasaría si? (Randall Munroe)
Por fin llegó la recopilación de What if? con las delirantes preguntas y respuestas de los lectores de xkcd.com. Original, divertido y estimulante. Con bastante predominio de la Física, tampoco tanto como creía, pero es lo esperado en Munroe. Para todos los públicos.

El cerebro obeso (Luis Jiménez)
El dominio de la materia y el rigor del autor, más conocido en las redes sociales como @centinel5051, es abrumador. Y además ese rigor se combina perfectamente con la amenidad al leerlo. El amigo Centinel nos propone «un apasionante viaje por las disciplinas científicas relacionadas en el cerebro y la nutrición, la endocrinología, la neurología, la psicología y la psiquiatría, a la búsqueda de respuestas. ¿Cómo controla el cerebro la ingesta de energía? ¿Por qué a veces comemos sin necesitarlo? ¿Existe la adicción a los alimentos? ¿Cómo nos influye el marketing alimentario? ¿Se pueden cambiar los malos hábitos y adelgazar?»
Se puede conseguir en formato digital aquí por poco más de tres euros. No lo dudéis.

Big Bang (Simon Singh)
Me gustó bastante. Le dediqué una reseña propia.

La poesía de los números (Daniel Tammet)
Este libro recoge el testimonio biográfico de su autor y su compleja vida, por decirlo de algún modo. A Daniel Tammet se le suele etiquetar como savant, una especie de sabio . Algo que puede parecer bastante chulo a priori pero que puede ser un verdadero infierno. Interesante si te atrae conocer el tema de primera mano.

Carl Sagan (William Poundstone)
¡La mejor biografía de Sagan jamás escrita!... Pues eso, ni más ni menos. Adelante con ella.

Scared to Death: How Chemophobia Threatens Public Health (Jon Entine)
Nada nuevo bajo el sol con el tema de la quimiofobia. No digo que el libro esté mal, de hecho es un buen libro, pero los temas son bastante conocidos para los que nos interesa paricularmente este terror irracional a la química que nos rodea.

Masa crítica: cambio, caos y complejidad (Phillip Ball)
No es un libro que se lea con facilidad y solo lo recomiendo a los iniciados en las reflexiones profundas. Ball nos introduce en los supuestos paralelismos -la tesis central del libro- entre la física estadística y disciplinas humanistas como la política, las ciencias sociales o la psicología de masas. Me gustó pero reconozco que tuve que esforzarme en terminarlo por su excesiva extensión, que en el Kindle se hace eterna.

La revolución química (J.R. Bertomeu Sánchez y A. García Belmar)
Un paseo por el nacimiento de una parte de la Química, la del siglo XVIII, la de la revolución. Muy ameno y cargado, en el buen sentido, de referencias y datos. Si te gusta la historia de la química, es un must.

El universo accidental (Alan Lightman)
Corto pero intenso. Una recopilación de breves ensayos salpicados por experiencias personales del autor, físico teórico. En la línea de Lewis Thomas pero apuntando en temas como la simetría, el tiempo o la idea de divinidad. Muy bueno y altamente recomendable.

El hombre que hablaba con los delfines y otras historias de la Neurociencia (José Ramón Alonso)
Deliciosa tercera entrega de la Neurociencia como excusa. Y digo excusa, porque en realidad los libros de José Ramón Alonso nos regalan sobre todo experiencias y conocimiento a partes iguales de todos los ámbitos de la cultura tanto científica como humanística. Le dediqué unas pequeñas palabras y sorteé un ejemplar a finales de mayo en EPAP.

La comisión para la inmortalización. La ciencia y la extraña cruzada para burlar a la muerte (John Gray)
Nuestra obsesión por trascender a la muerte narrado desde el punto de vista histórico por un interesante pensador contemporáneo. No es una obra de divulgación científica al uso pero me gustó.

El secreto de Prometeo y otras historias sobre la Tabla Periódica de los elementos (Alejandro Navarro)
Gran libro. El recorrido histórico que nos ofrece Alejandro Navarro por la búsqueda de los elementos químicos es de una exquisitez contagiosa. Os lo recomiendo. Ya le he echado el ojo a una obra anterior del mismo autor, El científico que derrotó a Hitler y otros ensayos sobre la historia de la Ciencia, pero tendrá que ser en 2016.

El peligro de creer (Luis Alfonso Gámez)
Un libro que te enamora con solo acariciar su encuadernación. Y lo digo en serio. Pero lo más importante está en su interior. Admiro a Luis Alfonso Gámez, a su estilo de escritura, a su incansable labor como azote de villanos y charlatanes, admiro su trabajo y leo casi todo lo que escribe. Creo que esta es su mejor obra. Gámez no se dedica solo a desvelar el bulo, fraude o creencia tras las falsas promesas de videntes, sanadores y otros estafadores de esa calaña. No, Gámez abre la puerta y te enseña la casa, enciende la luz, te la limpia con lejía, y te regala las herramientas para sacar el polvo de las esquinas más inescrutables de nuestro cerebro primitivo. Imprescindible y mucho más que recomendable.

La Tabla Periódica (Hugh Aldersey-Williams)
Muy completo y bien contado. Merece una oportunidad aunque deja una sensación de déjà vu si eres aficionado a esta temática.

179 Inspiring and Enlighttening Inquires Into the Science of Everyday Live (Joe Schwarcz)
No está mal pero no pasa de ser una colección de preguntas y respuestas, bastante conocidas por otro lado, pero con alguna sorpresa. Agradable. Le damos un bien.

El selfie de Galileo (Carlos Elías)
El último libro de Carlos Elías está muy currado. Un ensayo sobre la tecnología que deja muy buen sabor de boca. Interesante si te atrae el tema.

Hasta el infinito y más allá (Manuel Seara Valero)
Cuando se tiene uno de los mejores programas de radio sobre ciencia y han pasado por tus micrófonos los mejores científicos y divulgadores, no es de extrañar que surga una historia tan bien contada. En este caso el gran Manuel Seara nos ofrece las claves para comprender las últimas revelaciones sobre el origen del universo. Y más allá. Un libro que me ha gustado y, aparte de bien escrito, está bastante actualizado.

El elemento del que solo hay un gramo y otras historias sobre Física, Química y sustancias asombrosas (Sergio Parra)
Magnífica colección de anécdotas de física, química, biología..., todas ellas relacionadas con elementos cotidianos o de la cultura popular más actual, incluso hay un hueco para BB-8 de Star Wars VII. Me lo he pasado en grande con este libro. Las referencias a la ciencia ficción enganchan, y lo más importante, son un refuerzo a los conocimientos científicos que nos ofrece. Muy recomendable.

Grandes mitos del cerebro (Christian Jarrett)
Más de cincuenta mitos sobre el cerebro y lo que conlleva destripados con rigor y amenidad. Algunos me han sorprendido porque yo los daba por buenos, y eso que se supone que estoy medianamente iniciado... Pues no, ojo, que nos la cuelan sin que nos demos cuenta. 

Experimentos de física y química en tiempos de crisis (Antonio Tomás Serrano y Rafael García Molina)
Lo que parece un libro dirigido a los docentes, ya que plantea cuarenta actividades prácticas de Física y Química de 4º de la ESO, se convierte en un pedazo de libro de divulgación científica pata negra. Si eres profesor de estas materias te será de una utilidad incomparable pero si no lo eres, y te gusta la ciencia experimental, lo disfrutarás igualmente. Yo he sido uno de estos últimos.

Orígenes (Carlos Briones, Alberto Fernández y José Mª Bermúdez de Castro)
¿Todavía no lo has leído? Pues ya estás tardando... Si te parezco poco convincente lee primero esto y luego ya hablamos. 

Maravillas del Sistema Solar (Brian Cox)
El libro inspirado en la serie homónima de la BBC. Si te gustó, como es mi caso, volverás a disfrutar con la pasión de Cox pero esta vez en papel.

Historia mínima del Cosmos (Manuel Toharia)
Un recorrido por el mundo de la cosmología de mano de uno de los divulgadores más reconocidos de nuestro país. Puede parecer un tema desgastado pero en mi caso no me cansa. Gran trabajo del maestro Toharia.

¿Quién robó el cerebro de JFK? (José Ramón Alonso)
De nuevo otro must read de JR Alonso. Una joya divulgativa de este gran amigo cuyo primer libro de la esperada colección Arca de Darwin (Ediciones Cálamo) he tenido el honor de reseñar para Naukas.com.

Cultiva tu memesfera (Sergio Parra)
Un libro que pone la palabra «autoayuda» en su portada hace saltar todas mis alarmas. Pero nada más lejos de la realidad porque el último libro de Sergio Parra no es un libro de autoayuda ni se asemeja en modo alguno al género. Es un libro sobre los memes, que como ya sabemos, son esas unidades teóricas de difusión cultural que se transmite entre individuos o entre sociedades. Sergio Parra nos hace una radiografía repleta de ejemplos actuales de lo que sabemos sobre ellos, citando siempre los estudios y a los estudiosos de estos temas.
La bibliografía final es impresionante y es el colofón a un libro que me ha parecido bastante interesante en su conjunto, y original en su temática, ya que era un mundo desconocido para mí.

La mirada de Einstein al universo jurídico (José Ramón Chaves)
Una genialidad. La sorpresa del año. ¿Cómo es posible que se pueda relacionar la Ciencia con el Derecho y la Justicia? Pues sí, es posible y el magistrado José Ramón Chaves lo ha hecho. Vaya por delante que por temas laborales estoy algo más que iniciado en el ámbito legislativo, pero la alegría por encontrar un texto de lo más ameno que entrelazara ciencia y leyes, es solo superada por pensar que el público al que está dirigido el libro es el de los abogados y juristas. Una buena opción, tanto si eres aficionado/profesional de la ciencia y quieres una perspectiva del Derecho como lo contrario.
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No ha sido tan solo un año donde los libros de divulgación hayan ocupado mis ratos libres, también he estado releyendo clásicos que me marcaron de pequeño, con Poe, Bradbury y Asimov en la pole position, devoré la Nueva Guía de la Ciencia Ficción de Miquel Barceló en cuanto salió a la venta, disfruté con la biografía de Oliver Sacks En movimiento y descubrí la obra teatral Oxígeno de Carl Djerassi y Roald Hoffmann, que además me inspiró esta charla para el Naukas 2015 sobre la vida y obra de Scheele.

Ah, y también he leído todos los blogs de ciencia que he podido, aunque lo de dejar comentarios como hacía en otros tiempos lo tengo abandonado... Habrá que volver a ello. 

Nada más. O nada menos.  ;-)
¡Feliz 2016! :-)))))))))))

viernes, 18 de diciembre de 2015

"Una breve historia de todo" con Neil deGrasse Tyson [Vídeo]

Os dejo con ocho minutos y medio de buena divulgación de la mano de Neil deGrasse Tyson y Minute Pysics. La música es de Stravinsky ;-)



 Que lo disfrutéis. Buen finde :-) 

jueves, 17 de diciembre de 2015

El diccionario del diablo define: Frenología



Frenología: Ciencia de vaciar los bolsillos a través del cuero cabelludo. Consiste en localizar y sacar partido al órgano que nos hace estúpidos

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Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9

Puedes recordar otras definiciones del Diccionario del diablo desde este enlace.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Reto EPAP #35

Puede ser una pista. O puede que no.

Volvemos con los retos EPAP. Y van 35. 

En esta ocasión, las pistas que nos conducirán a la vida y obra de un personaje ilustre de la Química -pista cero- son las siguientes:
1. Su padre era neurocirujano y su madre profesora. Tenía cinco hermanos. 
2. Flirteó con la Mecánica cuántica pero no ha pasado a la historia de la ciencia por ella. 
3. En varios de sus libros aborda, desde su especialidad científica, la relación con la obra artística de uno de los más genios capaz de crear figuras imposibles y teselados en mundos imaginarios. Ambos eran paisanos. 
4. Trabajó en la compañía Phillips. 
5. En 1950 consiguió un reconocimiento histórico al ingresar en la academia de ciencias de su país natal.

Dejaré los comentarios en moderación hasta el próximo lunes. Suerte y buen finde :)


NOTA: Esta entrada participa en la LIII edición del Carnaval de Química, alojada en el recomendable blog quimidicesnews de @quimidicesnews

sábado, 21 de noviembre de 2015

Edward Elgar, el compositor aficionado a la química que estuvo a punto de volar su casa

Elgar practicando su hobby | Fuente

Pese a no tener una formación académica reglada en ciencias, el famoso compositor inglés Edward Elgar (1857-1934) fue un gran aficionado a la química. 

Elgar nació el 2 de junio de 1857 en la aldea de Broadheath, muy cerca de Worcester (Inglaterra) y está considerado como uno de los mejores compositores británicos de la historia. Su padre tenía una pequeña tienda de partituras e instrumentos musicales y el pequeño Edward creció rodeado de ese ambiente, aunque parte de su formación musical fue de tipo autodidacta. 


Tras una serie de intentos y fracasos por introducirse en los círculos musicales londinenses, alcanzó su primer éxito con las Variaciones Enigma en 1899. Al parecer esta obra esconde un tema principal que permanece oculto y que no se reproduce en la misma. Elgar dejó varias pistas para dar con la respuesta pero nunca admitió las propuestas de resolución que le enviaron y el desafío nunca se resolvió. 

Elgar alcanzó el éxito con más de cuarenta años y no compuso su primera sinfonía hasta los cincuenta, pero lo que poca gente conoce es su afición a la química. Incluso disponía de un pequeño laboratorio, al que llamaba El arca, en el jardín de su casa y donde realizaba experimentos de todo tipo. El manuscrito original de su obra El reino (1906) lleva manchas de sus andanzas con los reactivos químicos y fueron varias las anécdotas relacionadas con su afición a la química.

El biografo de Elgar, el violinista William H. Reed, contó en el libro Elgar As I Knew Him (1936) un incidente de lo más curioso que estuvo a punto de llevarse su casa, o quizás su barrio, por delante. He encontrado un divertido cómic de Eva Amsen donde lo cuenta. Está en inglés, pero supongo que se entenderá bien:


Fuente


Queda claro que Elgar no practicó la famosa máxima «¡No lo hagas en casa!» y por fortuna el incidente no fue a más.

Por si fuera poco, nuestro personaje de hoy también patentó un sistema de producción de sulfuro de hidrógeno, en forma de máquina, que se vendió durante un tiempo bajo el nombre de Elgar Sulphuretted Hydrogen Apparatus. Todo un genio, sin duda.

Y para terminar, qué mejor que hacerlo con una de sus obras más valoradas de la mano de Leonard Bernstein. Que lo disfrutéis :-)


NOTA: Esta entrada participa en la LII edición del Carnaval de Química, alojada en el más que recomendable blog El celuloide de Avogadro de @CeluloideA. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Cuál es el objeto más brillante del universo? [Vídeo]

Buena pregunta, ¿verdad? Pues no os perdáis el siguiente vídeo del conocido youtuber, o cómo se diga, Michael Stevens donde nos lo explica de forma amena y divertida. 

domingo, 15 de noviembre de 2015

La influencia de la mitología en la ciencia (22ª Parte): Vanadis

[Nota inicial: Se puede consultar el resto de entregas de la serie sobre la influencia de la mitología en la ciencia desde este enlace]


Vanadis y su carro tirado por gatos.
Podría ser la patrona de Youtube (por lo de los gatitos)

En la mitología escandinava, Freyja o Freya, era la diosa del amor, de la belleza y de la fertilidad. Nacida en Vaneheim, Freyja pertenecía al poderoso linaje de los Vanir o Vanes, de ahí que también se la conozca con el nombre de Vanadis

Vanadis era la diosa más querida y fue muy venerada por los antiguos nórdicos. Se la suele ver representada como una bella joven que viaja en un carro tirado por dos gatos salvajes. Su función era la de recibir y recoger las almas de los guerreros muertos con honor en los campos de batalla. Fue esposa del dios Od -que según algunas hipótesis sería asimilable a Odín- y ambos moraban en Asgard. Sus hijas se llamaban Hnoss y Gersemi. Las frecuentes ausencias de Od del hogar provocaban las lágrimas de Vanadis añorando a su esposo. Unas lágrimas que eran de oro rojo cuando caían en la tierra y de ámbar cuando lo hacían sobre el mar.

El nombre de Freyja se asocia con el del día viernes, al igual que ocurre con Veneris (Venus) en la mitología romana. Por ejemplo, en alemán viernes es Freitag; en sueco, noruego o danés es Fredag y en holandés Vrijdag. En inglés Friday deriva de frigedæg, que se refiere al día de Frigg, en alusión a la diosa germana Frigg, la hermana de Thor, y que normalmente se identifica directamente con la propia Vanadis. 

El elemento que se descubrió dos veces y una proteína de los tunicados


Fuente

En 1801 el químico mexicano de origen español, Andrés Manuel del Río, descubrió el mineral que ahora conocemos como vanadinita en unas minas de Zimapán en México. Del Río sospechó enseguida de que en su mineral había un nuevo elemento químico al que llamó inicialmente zimapanio y más tarde eritronio debido a los cambios de color, principalmente a rojo, que se observan al calentar sus sales (eritro, rojo en griego). 

Cuando Andrés M. del Río envió su muestra de eritronio a París para confirmar su descubrimiento se encontró con el rechazo del químico francés Hippolyte Victor Collet -Descotils que lo identificó erróneamente como cromo pero que era en realidad un nuevo elemento químico. Del Río aceptó por buena la declaración de Collet- Descotils y hubo que esperar 30 años, hasta 1831, cuando el químico sueco Nils Gabriel Sefström lo volvió a descubrir mientras analizaba la composición de unos óxidos de minerales de hierro. 

Selfström dirigía por aquel entonces las minas de Falun, una localidad a unos 200 km de Estocolmo, y había trabajado bajo las órdenes del gran Jöns Jacob Berzelius. Sefström quizo bautizar al elemento químico con un nombre que empezara por V, ya que no había ninguno que empezara por esa letra hasta ese momento. Por otro lado también se propuso llamarlo rionio en honor a Andrés del Río, pero la idea no obtuvo los apoyos suficientes. Al final la mitología nórdica tomó fuerza y, probablemente por sugerencia de Berzelius, se adoptó definitivamente el nombre de vanadio inspirado en la diosa Vanadis para el nuevo -o no tan nuevo- elemento químico. 


Las vanabinas son unas metaloproteínas (proteínas que contienen un ion metálico) en donde el cofactor (componente no proteico) es el vanadio. Se encuentran en la sangre de algunas ascidias y de los tunicados, unos animales marinos de cuerpo blando y aspecto gelatinoso que se llaman así porque las paredes de su cuerpo se asemejan a una túnica. Un hecho que fue descubierto en 1911 por el fisiólogo alemán Martin Henze, cuando su curiosidad le llevó al estudio de los tunicados de la bahía de Nápoles. 

Vanadis es también el nombre del un asteroide
descubierto por el astrónomo francés Alphonse Louis Nicolas Borrelly desde el observatorio de Marsella el día 27 de agosto de 1884.


NOTA: Esta entrada participa en la LII edición del Carnaval de Química, alojada en el más que recomendable blog El celuloide de Avogadro de @CeluloideA. 

sábado, 31 de octubre de 2015

Ciencia y aprendizaje [Extracto del libro 'El sentido común de la ciencia' de Jacob Bronowski]


El proceso de aprendizaje es esencial para nuestras vidas. Todos los animales superiores lo buscan deliberadamente. Son curiosos y efectúan experimentaciones. Un experimento es una especie de inofensiva carrera de pruebas de alguna acción que tendremos que ejecutar en el mundo real, y es esto tanto si es efectuada en un laboratorio por científicos o por cachorros de zorra fuera de su terreno. El científico experimenta y el cachorro juega; ambos aprenden a corregir los errores de juicio en un terreno en que los errores son fatales. Puede que sea esto lo que les da este aire de felicidad y libertad al poner en práctica estas actividades.
Es por esto que debemos comprender que por su misma naturaleza las predicciones pueden estar a veces equivocadas. Sólo así podemos aprender en tanto que individuos y especies. La ciencia aprende del mismo modo. Precisamente éste es el paso que dieron Galileo y Francis Bacon hace más de trescientos años, paso que dio origen a la ciencia actual. Porque hasta que pusieron en marcha la Revolución Científica, los hombres creían que sólo un profundo discernimiento intelectual podía comprender la mecánica de la Naturaleza. Galileo y Bacon añadieron a esta exigencia de la razón la nueva exigencia de los datos empíricos. Desde entonces, la verificación de una explicación científica ha sido siempre en último término empírica: ¿concuerda con los hechos? La ciencia ha sido concebida, aunque inconscientemente, como un proceso de aprendizaje, porque recurrir a la realidad empírica en la especulación es admitir la posibilidad de error. La ciencia es un mecanismo de predicción en proceso de incesante autocorrección. El camino que va de la astronomía de Ptolomeo a la de Newton y luego a la de la relatividad es precisamente una serie de estadios de aprendizaje en que cada uno de éstos corrige el pequeño pero demostrable error que se ha abierto entre la predicción y los hechos; no debemos despreciar los errores, son el humus sobre el que se desarrolla el proceso de la vida. Al mismo tiempo que Peley trazaba la voluntad de Dios en la perfección de reloj del hombre, William Blake dijo con más modestia, pero con intuición más aguda:
           «Ser un error y ser arrojado es parte de la voluntad de Dios»

            El sentido común de la ciencia, Jacob Bronowski (1951) - 

jueves, 22 de octubre de 2015

¿Estamos hechos de polvo de estrellas? Va a ser que no (del todo)

“We are made of star-stuff.” 
-Carl Sagan, La conexión cósmica (1973)-

Seguro que has escuchado mil veces -incluso a mí- la frase «Somos polvo de estrellas» evocando de forma romántica la evidencia de que todos los átomos de nuestro cuerpo fueron forjados en el interior de las estrellas. La gente atribuye la idea original a Carl Sagan pero parece ser que el astrónomo norteamericano Harlow Shapley dijo allá por el año 1929 algo así como: «We organic beings who call ourselves humans are made of the same stuff as the stars», los seres orgánicos que nos denominamos humanos estamos hechos de la misma materia que las estrellas. Tampoco Shapley parece que fuera el primero, pero no nos desviemos del tema.

Sin quitarle ni el mérito ni la poesía al maestro Sagan y a su inspiradora frase, ¿es realmente así? ¿Todos nuestros átomos fueron creados en el interior de una estrella? ¿Somos polvo de estrellas?

Vayamos por partes.

El bueno de Shapley se adelantó en su idea treinta años a lo que luego demostraron Margaret Burbidge ,Geoffrey BurbidgeFred Hoyle y William Fowler en su mítico artículo B2HF, titulado así por las iniciales de sus autores, y que fue publicado en la revista Reviews of Modern Physics en el año 1957. El título original del artículo era Synthesis of the Elements in Stars y en él se describen, explican y analizan los procesos responsables de la síntesis de los elementos químicos y su abundancia relativa en la naturaleza. Estableció un salto de gigante en el avance de la teoría de la nucleosíntesis estelar, completando las importantes aportaciones previas de Hans Bethe, Carl F. von Weizsäcker o Fred Hoyle.

¿Cómo se formaron los átomos? Simplificando más de lo que me pide el cuerpo y resumiendo todo en unas pocas palabras, y que me perdonen los puristas, sabemos que tras el Big Bang el descomunal universo caliente temprano recién formado se expandió y se fue enfriando hasta que 300.000 años después surgieron los átomos. Y fueron los de hidrógeno, los más simples, y que están constituidos por un protón y un electrón los primeros. A este proceso se le llama nucleosíntesis primordial. En esta fase primordial aparecen también otros elementos ligeros como el helio o el litio. Con estos elementos (y algunos de sus isótopos) se formaron las primeras estrellas. 





Tras el colapso y explosión de las estrellas, de su material despedido al espacio en forma de supernova, hemos recibido todos los elementos químicos que la estrella poseía y somos parte de ella. Lo que llamamos polvo de estrellas. Pero hay un problema, el hidrógeno no lo es.


Casi el 99% de la masa del cuerpo humano se compone de seis elementos químicos: oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio, y fósforo. Sólo alrededor del 0,85% se compone de otros cinco elementos: potasio, azufre, sodio, cloro y magnesio. Si observamos la composición del cuerpo humano en esta imagen veremos que un 10% es hidrógeno (pero en masa).



Fuente

¿Y en átomos? Si consideramos por aproximación que una persona media de unos 70 Kg tiene unos 7x1027 átomos, podemos calcular cuántos fueron forjados en los crisoles estelares. Pues bien, de todos esos átomos alrededor de un 65% son de hidrógeno, en concreto unos 4,5x1027 .Y por tanto nos quedarían 2,5x1027 átomos del resto de elementos químicos, del polvo de estrellas. [Ojo, todo esto son cálculos aproximados, que luego no quiero que me tiréis antorchas encendidas invocando decimal arriba o decimal abajo :-P]


Fuente

En definitiva, que no, que no estamos hechos 100% de polvo de estrellas sino más bien solo un 35%, si hablamos de átomos, claro, aunque si pensamos en la masa entonces el polvo de estrellas superaría el 90% de nuestra masa total, ya que el hidrógeno aporta una masa menor. Bueno, tampoco está tan mal, ¿no? Piensa en ello cuando te subas a una báscula :-)


Fuentes:
http://www.esepuntoazulpalido.com/2011/10/b2hf-lirica-estelar.html
http://eltercerprecog.blogspot.com.es/2013/08/cuantos-atomos-hay-en-un-cuerpo-humano.html
https://en.wikipedia.org/wiki/Composition_of_the_human_body

NOTAEsta entrada participa en la LI Edición del Carnaval de Química, alojada en el blog Scientia del gran @ScientiaJMLN

martes, 20 de octubre de 2015

Premios Bitácoras 2015 [Tercera clasificación parcial 'Mejor Blog de Educación y Ciencia']

Acaba de publicarse la tercera clasificación parcial de los premios Bitácoras 2015 en la categoría de Educación y Ciencia. He bajado un puesto respecto a la clasificación de la semana pasada. Parece que la unión de las categorías de Educación y Ciencia está pasando factura a los blogs de ciencia, pero no le echemos la culpa a nadie. Ya os lo dijeron Jack, el conde Orlok y Alex. Que ahora os lo cuente mi amigo Frank. 





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domingo, 18 de octubre de 2015

¿Por qué divulgas la ciencia con entusiasmo? [Lo que decía Carl Sagan]


Si eres un divulgador aficionado y la fiebre de este hobby te cuesta tu tiempo y esfuerzo, que le quitas a otras actividades de tu día a día, seguro que te han preguntado mil veces por qué lo haces. ¿Por qué escribes en un blog?¿Por qué das charlas en colegios? ¿Cuánto ganas? ¿Por qué lo haces? ¿Por qué, por qué, por qué?

Que levante la mano a quién le haya pasado... Bien, ya podéis bajarla. No sé a vosotros pero a mí me aburre que me lo sigan preguntando. Acaso pregunto por qué sale la peña a correr como si no hubiera un mañana, o tíos con más barba que los de ZZ Top coleccionan las miniaturas de Star Wars que venden en las tiendas Disney. Bueno. 

Pues, salvando las distancias, supongo que tampoco Carl Sagan se escaparía de esa pregunta y tendría más de una contestación. Unos meses después de la muerte del maestro, su viuda Ann Druyan daba una nueva -o vieja, según se mire- pista, a través de esta carta que he rescatado del archivo de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU. Se trata de un breve comunicado que envió a la prensa y donde menciona el libro póstumo de Sagan, Miles de millones, y la película Contact basada en su novela homónima.


Fuente

«When you're in love you want to tell the whole world». Cuando uno está enamorado quiere salir a contárselo a todo el mundo. De eso se trata, ¿no?

Ya en una perspectiva menos romántica he recordado también este fragmento de El cerebro de Broca, un interesante libro que recopila artículos de Carl Sagan escritos entre 1974 y 1979, y que dejo como reflexión final:


«Como contrapartida a la libertad de investigación, los científicos tienen la obligación de explicar a la opinión publica la naturaleza de su trabajo. Si se considera a la ciencia como un sacerdocio cerrado, demasiado difícil y arcano para ser comprendido por el hombre de la calle, los peligros de abuso son enormes. La ciencia es un tema de interés general y nos afecta a todos sin exclusión. Al discutir de forma regular y con competencia sus objetivos y consecuencias sociales en escuelas, prensa y conversaciones de sobremesa habremos mejorado en gran medida nuestras perspectivas de comprensión del mundo, así como las de su perfeccionamiento y el nuestro»


sábado, 17 de octubre de 2015

¿Vemos la realidad tal y como es? [Charla TED]

Hacía tiempo que no recomendaba una charla TED pero era más bien porque estoy algo desconectado de las novedades de este formato. Esta mañana me he despertado con esta estupenda charla del científico cognitivo de la universidad de California Donald Hoffman. Creo que merece la pena verla. No hay nada nuevo bajo el sol en las ideas sobre la realidad y cómo las interpreta nuestro encéfalo, pero me ha gustado bastante cómo lo explica, y especialmente, la idea de que «la evolución no favorece a la realidad». Vosotros mismos.

Buen finde :-)


miércoles, 14 de octubre de 2015

Premios Bitácoras 2015 [Segunda clasificación parcial 'Mejor Blog de Educación y Ciencia']

Estimados amigos

En la segunda clasificación parcial de los Premios Bitácoras he pasado del séptimo al undécimo puesto. 

Parece que no lo pilláis ni con el Toc, toc de Jack Torrance ni invocando al conde Orlok... 

A ver ahora.



Pues venga, que la cosa se está poniendo muy malita. No hay excusa con eso de que ahora hay más blogs de educación en la misma categoría. Pero eso sí, luego no nos quejemos de que la ciencia tal y cual... Hale, a votar:



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sábado, 10 de octubre de 2015

La influencia de la mitología en la ciencia (21ª Parte): Europa

[Nota inicial: Se puede consultar el resto de entregas de la serie sobre la influencia de la mitología en la ciencia desde este enlace]


El rapto de Europa | Pablo Picaso

Europa era hija de Agénor y Telefasa, los reyes de Sidón y Tiro, y hermana de Cadmo. El dios Zeus se enamoró de su belleza y se presentó ante ella convertido en un imponente toro de color blanco con el fin de raptarla. Mientras la joven princesa jugaba en la playa le llamó la atención el magnífico toro blanco que destacaba de entre el resto de reses de su padre. Se acercó para acariciarlo, y al comprobar que era inofensivo, lo adornó con flores y se subió confiada a su lomo. En ese momento Zeus vio la oportunidad que ansiaba y emprendió una veloz huida por mar con Europa hacia la isla de Creta. Una vez allí le reveló su verdadera identidad y Europa se convirtió en la primera reina de Creta.

Zeus agsajó a Europa con varios obsequios como regalo de bodas: un collar fabricado por Hefesto, el dios del fuego y la forja, un gigante autómata de bronce llamado Talos, una jabalina de caza que nunca erraba el blanco y a Lélape, un perro que siempre atrapaba a su presa cuando la cazaba.

Zeus y Europa tuvieron tres hijos: Minos, que más tarde fue rey de Creta, Sarpedón, rey de Licia y Radamantis, uno de los jueces en el inframundo de Hades.

Nuestro continente, un satélite joviano, un asteroide, una tierra rara y un cohete que nunca orbitó

Nuestro continente toma el nombre del personaje mitológico y la mayoría de las lenguas utilizan palabras derivadas de Europa para referirse a él. Pero Europa también es el más pequeño de los satélites de Júpiter descubiertos en 1610 por Galileo Galilei. Bajo su atmósfera se encuentra cubierto por una capa de hielo y su geología con pocos cráteres observables hace pensar que su superficie es relativamente joven, no más de 30 millones de años.

Fuente: NASA

Los científicos creen que debajo de la superficie de hielo sólido de Europa puede existir un océano de agua líquida. Un océano que podría contener más del doble del agua que hay en la Tierra. Este hecho nos hace imaginar la posibilidad de vida en sus profundidades oceánicas, tal y como sucede en las proximidades de las chimeneas volcánicas de la Tierra. La ciencia ficción tampoco ha sido ajena a esta posibilidad y la hemos visto o leído en 2010: Odisea dos y 2061: Odisea tres de Arthur C. Clarke o más recientemente en la película Europa report.

Existe también un asteroide llamado Europa. Está situado a unas tres veces la distancia del Sol a la Tierra (ua) aproximadamente y forma parte del llamado cinturón de asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter. Fue descubierto en 1858 por el pintor y cazador de asteroides alemán Hermann Goldschmidt.

Y aunque el elemento químico europio no tomara su nombre directamente de la mitología sino del continente, merece la pena citarlo aunque sea de pasada. Se trata de una «tierra rara», que es el nombre común de 17 elementos químicos, donde el europio es el más reactivo de todos. 


El europio es un elemento químico cuyo símbolo es Eu y su número atómico 63. Fue aislado por primera vez en 1901 por el químico francés Eugène-Anatole Demarçay, aunque lo encontró una década antes el también francés Paul Émile Lecoq de BoisbaudranCon escasas aplicaciones en comparación con otros metales o tierras raras lo podemos encontrar como dopante de vidrios para óptica, en algunos láseres, en aparatos de televisión antiguos o en los billetes para evitar falsificaciones y pese a ser un veneno nuclearsustancias con una sección eficaz útil para la absorción de neutrones, la industria atómica lo ha utilizado en pocas ocasiones. 

Por último, con el nombre de Europa tuvimos a unos cohetes de tres etapas desarrollados en los años sesenta por la ELDO, la Organización Europea para el desarrollo de Lanzaderas, precursora de la actual Agencia Espacial Europea (ESA). 

Europa II

Cada etapa del cohete fue desarrollada por un país independiente (Reino Unido, Francia y Alemania, en orden) con el apoyo de Italia, Bélgica y Holanda para la cofia o Australia como lugar de lanzamiento, pero en la práctica todos los intentos de ponerlo en órbita fueron un fracaso. El proyecto fue definitivamente cancelado en 1971 y poco después comenzó la era de los Ariane, otro nombre de inspiración mitológica..., pero esa es otra historia.


NOTA: Esta entrada participa en la LI Edición del Carnaval de Química, alojada en el blog Scientia del gran @ScientiaJMLN