sábado, 29 de octubre de 2011

B2HF. Lírica estelar

B2FH en 1971 | Fuente
 
El título de esta entrada no alude a ningún compuesto químico extraño formado por boro, hidrógeno o flúor. No, para nada, entre otras cosas porque sería una molécula bastante improbable, todo sea dicho. Pero la misteriosa expresión B2HF de nuestro título está relacionada de forma muy directa con la química, y en última instancia, con el origen de los elementos químicos que constituyen nuestro universo conocido... y del que formamos parte. Permaneced atentos, porque hoy aprenderemos un poco sobre origen de la materia de la que estamos hechos todos nosotros, y lo haremos a través de la lírica.



B2HF (el 2 como superíndice de la letra B) es un revolucionario y famoso artículo científico, llamado así por las iniciales de sus autores, los sonrientes personajes que aparecen en la foto: Margaret Burbidge , Burbidge Geoffrey, William Fowler y Fred Hoyle.


Fue publicado por primera vez en la revista Reviews of Modern Physics en el año 1957. El título original del paper era Synthesis of the Elements in Stars y se le considera como un histórico trabajo que describió, explicó y analizó los procesos responsables de la síntesis de los elementos químicos y su abundancia relativa en la naturaleza. Estableció un salto de gigante en el avance de la teoría de la nucleosíntesis estelar, completando las importantes aportaciones previas de Hans Bethe, Carl F. von Weizsäcker o el propio Hoyle. 


Descubrir que los elementos de los que estamos construidos fueron creados en inmensos crisoles como estrellas o supernovas, es toda una profunda y existencial revelación que solo puede -y debe- compartirse con una prosa lírica...

Synthesis of the Elements in Stars (B2HF) comienza con dos citas entrelazadas de William Shakespeare:
"It is the stars, The stars above us, govern our conditions";
                         (Eing Lear, Act IV, Scene 3)
but perhaps
"The fault, dear Brutus, is not in our stars, But in ourselves,"
                      (Julius Caesar, Act I, Scene 2)

Que traducidas más o menos libremente por un servidor, vienen a decir: "Son las estrellas,/ las estrellas sobre nosotros, las que rigen nuestro estado" -pero tal vez- "La culpa, querido Bruto, no está en nuestras estrellas,/ sino en nosotros mismos."

Carl Sagan lo expresó como solo él era capaz de hacer, con su inconfundible estilo, siempre tan poético y evocador, como podemos volver a ver en este vídeo (último capítulo de la serie Cosmos):



"La materia estelar, la ceniza de la alquimia estelar, había cobrado vida"


Y más recientemente, Neil deGrasse Tyson, que recordemos será el encargado de la secuela de la serie Cosmos prevista para 2013, es quizá menos lírico, pero tan solo en apariencia. No os lo perdáis en acción en este otro vídeo:

"No solo existimos en este universo. Es el universo mismo el que existe en nosotros"


Para que luego digan que la Ciencia es aburrida, fría, o poco emocionante ;-) 
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Artículo completo B2HF: aquí
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NOTA: Esta entrada participa en la VIII -y bilingüe- edición del Carvanal de Química, que se celebra durante este mes en el blog Caja de Ciencia (Science box)

sábado, 22 de octubre de 2011

Gilbert Lewis: 35 nominaciones al premio Nobel

Fuente: Naomi Cayne 
Gilbert Newton Lewis (1875-1946) fue un químico estadounidense famoso por el modelo del átomo cúbico y por promover el desarrollo de la termodinámica en la aplicación de sus leyes a sistemas químicos reales, entre otros muchos logros. No obstante, pese a la extensión e importancia de sus investigaciones y estar nominado en 35 ocasiones, Lewis nunca obtuvo el premio Nobel.

La vida de Lewis fue bastante agitada. Nació en Weymouth (Massachusetts) pero creció en Nebraska hasta que fue admitido en la universidad de Harvard, donde se doctoró en 1898. Tras un año como posdoctorado se desplazó a Alemania para trabajar con los ilustres químicos Walther Nernst en Gotinga y Wilhelm Ostwald en Leizpig. La relación con este último fue tan lamentable para Lewis que al final le forzó a regresar a los pocos meses a Harvard para ocupar un puesto académico. A los tres años y agobiado de nuevo partió hacia las recién conquistadas Islas Filipinas, aceptando un puesto para el gobierno americano como superintendente de pesos y medidas en el Bureau of Science, llevándose consigo un único libro, la Química teórica de Nernst con el fin obsesivo de publicar los errores que pudiera descubrir en el mismo.


Tras un año en Filipinas, Lewis volvió al Instituto Tecnológico de Masachussetts (MIT) hasta que aceptó en 1912 un puesto como profesor en la universidad de California (Berkeley), convirtiendo al departamento de química en uno de los mejores del mundo durante el tiempo en el que él estuvo allí. 


Pese a sus éxitos científicos, Lewis nunca obtuvo un premio Nobel. Méritos no le faltaron: describió la distribución de los pares de electrones entre los átomos (enlace covalente), introdujo la conocida notación que lleva su nombre, revolució el paradigma que existía hasta entonces sobre ácidos y bases, acuñó el término fotón, aisló la primera muestra de agua pesada mediante electrolisis, explicó la fosforescencia y está considerado como uno de los fundadores de la termodinámica química moderna.



Tras años de rivalidades con Irving Langmuir (premio Nobel en 1932), resentido al ver como uno de sus pupilos, Harold Urey, obtenía también el premio Nobel en 1934 por el trabajo en el que habían participado los dos y viendo como la mayoría de los químicos que él había formado pasaban a formar parte del proyecto Manhattan, Lewis pasó sus últimos años aislado en su laboratorio y hundido en la nostalgia, escribiendo una melancólica novela sobre un soldado.


En 1946, un estudiante de la universidad de Berkeley encontró el cuerpo sin vida de Gilbert Lewis en su mesa de laboratorio. El médico forense estableció que la causa de su muerte fue un ataque al corazón, Lewis era un fumador empedernido, pero lo cierto es que en el laboratorio se respiraba un ambiente que recordaba a las almendras amargas, un característico olor que delata la presencia de cianuro. Lewis utilizaba el cianuro de hidrógeno en sus investigaciones, pero siempre quedó la duda sobre si en realidad su muerte fue un suicidio. Al parecer ese mismo día Lewis había almorzado con el laureado Irving Langmuir, su rival durante años, convertido ahora en un personaje carismático de gran éxito por su participación en el proyecto Manhattan y que venía a su universidad a recoger un premio. Los testigos de aquel día relatan que Lewis regresó del almuerzo muy malhumorado, jugó al brigde con sus colegas, y se retiró a su laboratorio. Fue la última vez que se vió con vida a uno de los mejores químicos de la historia de la ciencia.


NOTA: Esta entrada participa en la VIII edición del Carnaval de Química que se celebra durante este mes en el blog Caja de Ciencia (Science box)       
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Fuentes:
Wikipedia: Gilbert N. Lewis
Experientia docet. Químicos modernos: Los átomos cúbicos de Lewis
La cuchara menguante. Autor: Sam Kean

Cathedrals of Science: The personalities and rivalries that made modern chemistry. Autor: Patrick Coffey.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Nuez rallada (o la nuez que 'raya')


Myristica fragrans | Wikimedia Commons
En botánica la familia Myristicaceae consta de unas 500 especies distribuidas a nivel pantropical. Esta familia pertenece al taxón Angiospermas (orden Magnoliales) y se caracteriza porque presentan flores unisexuales en donde las masculinas tienen filamentos estaminales soldados en una especie de tubo o columna. A esta familia pertenece nuestra protagonista de hoy: la Myristica fragans, un árbol originario de las Islas Molucas (Indonesia) y ampliamente cultivado en las regiones tropicales. Los frutos de la Myristica fragans (cápsulas monospermas) nos muestran tras su agrietamiento, el pericapo carnoso, una voluminosa semilla que conocemos comúnmente como nuez moscada (Myristica).

La nuez moscada, como especia aromática, se consume molida en una gran variedad de platos de la gastronomía internacional. Su empleo se encuentra muy extendido por el continente asiático, especialmente en China e India, pero también en África donde es muy frecuente encontrarla en toda clase de platos tanto dulces como salados. Cuando se introdujo en Europa fue considerada durante algunos siglos como una exquisitez reservada únicamente para los paladares de las clases pudientas y la nobleza caprichosa, consumiéndose como un condimento que implicaba un símbolo de distinción. 
La nuez moscada tiene un sabor penetrante, dulce y suave, y la mayoría de nosotros la hemos empleado en múltiples ocasiones para aderezar platos de pasta, carnes o en infusión.


Pero la nuez moscada tiene su lado oscuro. Y se llama miristicina.


Fórmula molecular y calavera alusiva su toxicidad



La miristicina es un compuesto orgánico (C11H12O3) neurotóxico que actúa como inhibidor débil de la monoamino oxidasa. En altas dosis, nunca en las que podemos consumir como especia, puede producir efectos alucinatorios. Personajes tan dispares como William Burroughs o Malcolm X al parecer la consumían mezclada con otras drogas. Para conseguir una dosis que produzca efectos alucinógenos hacen falta unas 2 o 3 nueces moscada completas. La literatura toxicológica describe que sus efectos se producen tras unas 5 o 7 horas después de su consumo y pueden mantenerse activos hasta 72 horas después. 

Últimamente se ha puesto de "moda" tomar grandes cantidades de nuez moscada y grabar sus efectos psicoactivos en vídeo para colgarlos en You Tube. Una absoluta irresponsabilidad. Los efectos de la nuez moscada en grandes cantidades, unos pocos gramos, pueden causar incluso la muerte; se trata de una situación o droga de Bajo costo, alto riesgo tal y como como menciona tan acertadamente el título de este artículo publicado en la revista Emergency Medicine Journal (EMJ), en el cual nos alerta especialmente de las intoxicaciones por este tipo de compuestos.


Si te apetece experimentar estados alterados de conciencia para 'rayarte', déjate de tomar chorradas varias y prueba a ver un capítulo de Baby Einstein - te aseguro que funciona- o también puedes generar endorfinas naturales viendo Cuarto Milenio los domingos... no, la risa no genera endorfinas..., pero el ejercicio al salir corriendo sí :-D
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NOTA: Esta entrada incluida en la serie Curio-Tox de este blog participa en los Carnavales de Química y Biología, que se celebran durante este mes en los blogs Caja de Ciencia (Science box) y Diario de un copépodo, administrados admirablemente por Marisa (@lualnu10) y Rafa (@Copepodo) respectivamente.



viernes, 14 de octubre de 2011

Citas de Carl Sagan

Merece la pena dedicar unos minutos a leer one more time a Carl Sagan. Buen fin de semana a todos.


El propósito de nuestra vida [Extracto del libro "Mi cerebro y yo" de José M. R. Delgado]



"El propósito de nuestra vida no debe estar basado en fantasías ni en ideas de lo que «podría ser», sino en la realidad biológica de lo que «es»"
                     - José Manuel Rodríguez Delgado, Mi cerebro y yo -

Noticias relacionadas: I y II (imagen)

miércoles, 12 de octubre de 2011

Rock in Science


“…la música y la ciencia tienen en común el hecho de que son puras y están relacionadas con el alma, sin relación con cosas como el pan o la mantequilla. Son responsables de la evolución de la raza humana, y es nuestra responsabilidad también ver cuán lejos pueden llegar. En cierto sentido, tienen un espíritu artístico común.” --Brian Harold May--


A lo largo del siglo XX, se ha ido formando un erróneo estereotipo alrededor de la figura de los músicos de rock: El de personas incultas cuyo modo de vida es el del famoso tópico “sexo, drogas y rock and roll”. Sin embargo, como en todos los estereotipos, esta es una visión que resulta ser prácticamente falsa en la mayoría de las ocasiones.

[Puedes  seguir leyendo esta entrada que hemos elaborado Cendrero (El busto de Palas) y un servidor para Amazings.es en este enlace]

Actualización: en Radio Barcelona :)

domingo, 9 de octubre de 2011

La lámpara de Davy


Existen algunos inventos que han pasado con justicia a la historia de la ciencia y la tecnología por sus inmediatas o prometedoras aplicaciones, invenciones que proporcionaron a sus creadores la fama, el éxito y el reconocimiento social, al ofrecer soluciones a graves problemas de ingeniería o salvar vidas mejorando las condiciones de trabajo; inventos que diseñados inicialmente con una finalidad humanista y para el avance positivo de la tecnología al servicio del hombre, se convirtieron al caer en conciencias sin escrúpulos, en precisamente todo lo contrario.

Sobran los ejemplos y la lista es muy larga..., tristemente larga.

Hoy contaremos brevemente la historia de una de estas invenciones, una lámpara diseñada para acabar con la sangría de las muertes de los trabajadores -muchas veces niños- en las explotaciones mineras británicas de principios de siglo XIX, y que nos sirve como una lección más sobre cómo el mal uso de un genial y útil artilugio, aporta un capítulo más a la historia de la infamia.



Los lectores de este blog que hayan estudiado un poco de química, reconocerán la figura de Sir Humphry Davy (1778-1829) como una de las personalidades más emblemáticas de esta disciplina científica. Davy es considerado como uno de los padres de la electroquímica, junto con Volta y Faraday, fue el descubridor de una serie de elementos químicos -aplicando su dominio de la electrólisis- y todo un personaje mediático de su época, siendo muy populares sus conferencias en las que empleaba habitualmente el gas de la risa (óxido nitroso). Pero esa es otra historia, como la que le llevó a pronunciar su célebre frase: "Faraday es mi mayor descubrimiento". [Volveré a Davy algún día para contarla. ;-)]

En 1815, la Sunderland Society for the Prevention of Accidents in Mines, tras una serie de gravísimos accidentes ocurridos en las minas del norte de Inglaterra causados por explosiones de gas grísú, encargó a Davy una solución para evitar más desgracias. Davy había descubierto un par de años antes en sus investigaciones que si se rodeaba una llama con una fina gasa metálica, el calor desprendido por ésta no inflamaba el gas del ambiente exterior. Un fenómeno que se puede observar bastante bien en este vídeo:




Davy consiguió diseñar un prototipo que empleaba un cilindro de malla metálica que rodeaba a la llama de la lámpara. De esta manera se impedía que el calor desprendido inflamara el gas peligroso que podía estar presente (metano contenido en el grisú) y por tanto la peligrosa propagación de la llama. El funcionamiento de la lámpara lo podemos ver de forma más detallada en esta imagen:



Lámpara de Davy


La lámpara de Davy alumbraba la oscuridad de la mina y no representaba una fuente de ignición en presencia de grisú (metano). Atrás quedaba la peligrosa época en que se iluminaba con velas enganchadas a una pértiga. Sin embargo, como en tantos otros inventos y descubrimientos, hubo cierta polémica en cuanto en la autoría del mismo. George Stephenson, minero e hijo de un peón minero, había desarrollado un modelo muy similar unos años antes que Davy. Al final, tras una serie de disputas y reclamaciones prevaleció el nombre de Davy para la lámpara, aunque se reconoció también la labor de Stephenson, quién centró sus esfuerzos posteriores en desarrollar la locomotora de vapor.


Pero esta feliz historia no lo es tanto. Un invento que se diseñó para evitar accidentes y mejorar la seguridad frente a explosiones, tuvo durante un tiempo el efecto contrario. Los explotadores de las minas comenzaron a adquirir, o fabricar ellos mismos, la lámpara de Davy; una lámpara de la que el mismo Davy renunció a la patente. Se dió la circunstancia de que minas que habían sido cerradas por su peligrosidad por presencia de atmósferas explosivas, fueron abiertas de nuevo. La seguridad que ofrecía la lámpara de Davy provocó que hubieran más accidentes y muertes al aumentarse la producción minera, sin tener en cuenta otras mejoras en la seguridad. Los trabajadores eran obligados a trabajar en condiciones extremadamente peligrosas con la perversa garantía de que la lámpara era segura para las explosiones -que lo era-, pero en realidad no evitaba el resto de factores de riesgo.


No obstante esta pequeña historia merece un final con mensaje positivo: La lámpara de Davy/Stephenson fue toda una revolución en su época. Ciencia y técnica al servicio de una clase trabajadora que sufría las consecuencias de unas condiciones miserables de explotación laboral. Fue una pieza en la esperanza de iluminar el oscuro túnel de salida hacia un mañana mejor que ayer.
Finalmente fue sustituida por otro tipo de sistemas de iluminación con la llegada de la electricidad.


NOTA: Esta entrada participa en los Carnavales de Química (8ª edición) y de Tecnología (3ª edición), que se celebran durante este mes de octubre en los muy recomendables blogs Caja de Ciencia (Science box) e Idea secundaria administrados por Marisa (@lualnu10) y Julián  (@Jeibros) respectivamente.
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Imágenes:  I y II
Más información: Davy Lamp
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ACTUALIZACIÓN (15/04/2012): Impresionante vídeo de los chicos de la universidad de Nottingham (Periodic Videos) donde se explica el invento de Davy y se muestran planos de su prototipo y la lámpara original.



viernes, 7 de octubre de 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

La Uranographia de Johann Bode

Johann Elert Bode (1747-1826) ha pasado a la historia de la astronomía por ser el autor del enunciado de la Ley de Bode (o Ley de Titius-Bode), una ley que expresaba las distancias proporcionales de los planetas al sol. Bode fue el encargado de bautizar al planeta Urano, como ya pudimos leer en la última entrega de la serie "La influencia de la mitología en la ciencia" cuando hablé del dios mitológico del firmamento y que puedes volver a recordar aquí.

En 1801 Bode publica Uranographia, un maravilloso altlas del firmamento que nos muestra las posiciones de las estrellas, constelaciones y otros objetos astronómicos conocidos en su época de una forma muy original y creativa. Muchos de nosotros hemos visto en alguna ocasión estos diagramas, unos dibujos que representan a héroes mitológicos junto con osos, dragones, águilas o leones -u otros animales- superpuestos a las posiciones de las estrellas y planetas, y quizá desconocíamos su origen.

La obra de Bode contenía 18 mapas y 2 planisferios en la que se podían encontrar alrededor de 17.000 estrellas y 2.500 nebulosas, recogiendo la totalidad de los objetos astronómicos descritos en siglos anteriores de observaciones minuciosas del cielo.

En definitiva, una joya, una obra de arte coloreada laboriosamente a mano que merece la pena conocer en profundidad. Pero lo mejor será que juzguéis por vosotros mismos a esta impresionante galería que mezcló el arte con la ciencia hace ya la friolera de 210 años. :-)






Imágenes de la Uranographia de Johann Bode extraídas de esta web
Y sobre la edad de oro de los mapas estelares, Eureka ya escribió un completísimo post

miércoles, 5 de octubre de 2011

El diccionario del diablo define: Ladrón


Ladrón: Hombre de negocios sincero.
Se cuenta de Voltaire que, una noche, él y unos cuantos compañeros de viaje se hospedaron en una posada del camino. Los alrededores les inspiraron el tema y, después de cenar, acordaron que cada uno contaría una historia de ladrones. Cuando le llegó el turno a Voltaire, dijo "Érase una vez un Recaudador de Impuestos". Como se quedó callado, los demás le animaron a que continuara."Ahí -respondió Voltaire- acaba la historia."
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Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9
Imagen: El roto.

sábado, 1 de octubre de 2011

Una infografía de vértigo

Un entretenimiento lúdico para comenzar un sábado cualquiera.

Atención a esta infografía sobre el universo conocido hecha hace unos años por National Geographic. Sí, abajo a la derecha puedes encontrar nuestro punto azul pálido dentro del sistema solar... Trata de ir alejándote con tu imaginación siguiendo la infografía... ¿Vértigo?... no, lo siguiente. 


Buen fin de semana :-)

Pulsa en la imagen para ampliarla