domingo, 31 de julio de 2011

10 sellos, 10 fórmulas

En el muy recomendable libro De Arquímedes a Hawking, Clifford A. Pickover nos cuenta que a principios de la década de los 70 se emitió en Nicaragua una serie de sellos titulada Las diez fórmulas matemáticas que cambiaron la faz de la tierra. En su día busqué información sobre estos sellos, pero no la encontré. Tampoco soy aficionado a la filatelia ni insistí bastante en una búsqueda minuciosa. Pues bien, hoy he encontrado por casualidad esta pequeña curiosidad en un blog titulado La Ciencia en la Filatelia











Curioso, ¿verdad?. No habla la serie de las fórmulas más elegantes o influyentes, sino de las que cambiaron la faz de la tierra (un lenguaje muy lírico, sin duda). Y a todas las llama leyes, salvo a la identidad básica de la adición (segunda imagen). En fin. Y vosotros, ¿qué opináis? :-)



sábado, 30 de julio de 2011

¿Quién fue (o es) el mejor divulgador científico de la Historia? Resultados

Fin de la miniencuesta. El ganador es este chaval aficionado a la astronomía y a la ciencia ficción ;-)




Pero lo más interesante, como viene siendo habitual, han sido vuestros comentarios y aportaciones. Muchas gracias y buen verano a todos. :-D


sábado, 23 de julio de 2011

Un año en Amazings


Pues sí, amigos. Hoy se cumple un año desde que mi artículo La triple hélice de Linus Pauling se publicara por primera vez en Amazings, y con él se iniciara una etapa de pequeñas colaboraciones en tan sensacional proyecto de divulgación científica. En total han sido seis mis modestas aportaciones.

Me llevé una gran alegría al conocer que una de ellas, la titulada ¿Es peligroso usar el móvil en una gasolinera?, fuera uno de los 10 post más leídos en en Amazings este año. O que mi Alerta Magufo: Aviso antes de que lleguen  fuera publicada en el número 33 de la revista El Escéptico en su versión impresa.

Ha sido un año repleto de experiencias personales de lo más gratificantes, he conocido a gente maravillosa, me he divertido -y he aprendido- muchísimo con las entradas diarias, los comentarios y especialmente en el universo paralelo de la lista de correo de los colaboradores o en Twitter. Sin duda alguna, un buen año.


¿Y ahora qué? Bien, pues ahora viene lo mejor. Como algunos sabréis ya a estas alturas,  Amazings no pretende quedarse estancada en el formato web. Amazings va a salir en formato revista. En papel, como a mí me gusta. Pero hace falta un empujoncito, hace falta comprarla (reservarla, mejor dicho), y para eso se ha optado por el método de crowdfunding, lo que se traduce en que los futuros lectores -tú mismo, por ejemplo- deben primero reservar su ejemplar a través del portal Lánzanos. Cada ejemplar de la revista cuesta nueve euros, un precio razonable visto el nivel de contenido. Yo he tenido acceso al mismo y os puedo decir que son artículos muy didácticos y de primer nivel. Sin duda, merece la pena. Así que, si te apetece, resérvala desde aquí y podrás leer en unos meses sus 100 páginas y disfrutar de su rigor y un diseño muy cuidado. Como adelanto os dejo con el sugerente contenido del primer número:



  • La relatividad, por Daniel Marín.
  • La consciencia, por César Tomé.
  • ADN y genética, por Lucas Sánchez.
  • Teoría de cuerdas, por Francis Villatoro.
  • Singularidades, por Mario Herrero.
  • La energía, por Ambrosio Liceaga.
  • La gravedad, por Miguel Rodríguez.
  • Materia / Energía oscura, por Ismael Pérez.
  • La evolución, por Pepe Cervera.
  • El cambio climático, por Txema Campillo.


  • En el momento que escribo estas palabras, el proyecto lleva recaudado un 76% de lo que se necesita para ponerlo en marcha. No me cabe duda de que saldrá adelante, pero hay que implicarse en la recta final. ;-) Gracias.

    Más información: Proyecto revista Amazings (Lánzanos)

    domingo, 17 de julio de 2011

    Inmortalidad [Extracto de 'El ascenso del hombre' de Jacob Bronowski ]


    La inmortalidad y la mortalidad es el contraste con que finalizaré este ensayo. La física del siglo XX es una labor inmortal. Trabajando de manera comunal, la imaginación humana no ha producido monumentos que la igualen: ni las pirámides ni la Ilíada ni las baladas ni las catedrales. Uno tras otro, los hombres que forjaron estas concepciones son los héroes pioneros de nuestra época.

    Mendeleev, barajando sus tarjetas; J. J. Thompson, confutando la creencia griega de que el átomo es indivisible; Rutherford, que lo configuró como un sistema planetario; y Niels Bohr, que hizo funcionar ese modelo. Chadwick, que descubrió el neutrón, y Fermi, que lo utilizó para abrir y transformar el núcleo. Y a la cabeza de todos ellos están los iconoclastas, los primeros descubridores de las nuevas concepciones:

    Max Plank, que dio a la energía un carácter atómico igual a la materia; y Ludwig Boltzmann, al que, más que a ningún otro, debemos el hecho de que el átomo – un mundo dentro de un mundo – sea tan real para nosotros como nuestro propio mundo.

    Quién hubiera creído que en 1900 la gente luchaba, podríamos decir que a muerte, al tratar el tema de la realidad o ficción de los átomos. En Viena, el gran filósofo Ernst Mach lo negaba.

    La misma negativa era expresada por el gran químico Wilhelm Ostwald. Y, sin embargo, un hombre, durante el crítico cambio de siglo, propugnó la autenticidad del átomo en términos teóricos fundamentales. Se trataba de Ludwig Boltzmann, a cuya memoria rindo homenaje.

    Boltzmann era un hombre irascible, extraordinario, difícil; un temprano seguidor de Darwin; buscabullas y encantador; era todo lo que un ser humano debería ser. El ascenso del hombre oscilaba en ese entonces sobre una fina balanza intelectual, a causa de la existencia de doctrinas antiatómicas que realmente imperaban en esos días, nuestro avance habría sido detenido por décadas y quizás por un siglo. Y no solo se habría detenido el avance de la física sino también el de la biología, cuya dependencia en aquélla es fundamental.

    ¿Se conformaba Boltzmann con discutir? No. Vivió y murió esa pasión. En 1906, a la edad de sesenta y dos años, sintiéndose aislado y derrotado, justamente en el momento en que la doctrina atómica estaba a punto de triunfar, él consideró que todo estaba perdido y se quitó la vida. Lo único que resta para conmemorarle es su fórmula inmortal, grabada en su tumba,

    S = K log W.

    No tengo palabras para describir la belleza compacta y penetrante de esta fórmula de Boltzmann. Mas tomaré una cita del poeta William Blake, quien inicia los Augurios de inocencia con cuatro líneas:

    El ver un mundo en un grano de arena
    y un cielo en una flor silvestre,
    sostener el infinito en la palma de la mano
    y la eternidad en una hora.

    ___
                        --Jacob Bronowski. El ascenso del hombre. Fin del Cap. 10 --



    NOTA: Esta entrada participa en la VI Edición del Carnaval de la Química que alberga durante este mes el blog Divagaciones de una investigadora en apuros y en la edición XXI del Carnaval de la Física que organiza La vaca esférica.

    sábado, 16 de julio de 2011

    El diccionario del diablo define: Pobreza

    Pobreza: Lima para que se afilen los colmillos las ratas partidarias de las reformas. El número de planes para abolirla equivale al de los reformistas que la sufren más el de los filósofos que no saben nada de ella. Sus víctimas se caracterizan por poseer todas las virtudes y por su fe en unos líderes que pretenden llevar a los pobres a una prosperidad donde tales virtudes, se imaginan ellos, son completamente desconocidas.

    ________

    Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9
    Imagen: Forges

    martes, 12 de julio de 2011

    James Garner y la máscara antigás. De las trincheras a las fábricas

    James B. Garner | Wikimedia
    James Bert Garner fue un ingeniero químico estadounidense, al que se le atribuye la creación de uno de los artilugios más útiles como medio de protección personal frente a gases y vapores tóxicos: la máscara antigás.

    En 1915, en plena primera guerra mundial, James Garner, que en aquel entonces era profesor becario del Mellon Institute of Industrial Research en Pittsburg (Pensilvania), leyó un artículo en la prensa en el que se narraba un ataque con gas venenoso contra las tropas canadienses y francesas en los alrededores de la ciudad belga de Ypres. El ataque del ejército alemán, que ocurrió concretamente el día 22 de abril de 1915, fue uno de los primeros en los que se utilizaron armas químicas letales de forma masiva. Los alemanes emplearon en la contienda una cantidad estimada de unas 160 toneladas de cloro (gas) repartidas en casi 6.000 cilindros contenedores. A media tarde y con una ligera brisa procedente del este que les favorecía, las tropas alemanas liberaron el gas letal de los cilindros. Unos cilindros llenos de gas de cloro, que habían sido sintetizados y preparados en las instalaciones de la industria química de colorantes IG Farben, bajo la supervisión y diseño del premio Nobel de Química Fritz Haber


    Ataque mediante gas liberado de sus cilindros contenedores (Primera Guerra Mundial) | Wikimedia

    Una asfixiante nube verde más pesada que el aire se extendió hacia las posiciones de las tropas aliadas, las cuales se vieron obligadas a abandonar sus trincheras debido a los efectos irritantes producidos por la reacción del cloro con el agua de las mucosas del sistema respiratorio. En altas dosis llegó incluso a producir la muerte por edema pulmonar a varios soldados aliados. 
    Durante el ataque, un oficial canadiense que era químico en su vida civil, se percató rápidamente de que el gas con el que estaban siendo masacrados era cloro (debido al color verde de la nube y a su olor característico) e inmediatamente instó a las tropas aliadas a que humedecieran un trapo con orina y se taparan la zona buconasal (hubiera bastado con un trapo con agua, pero el oficial pensó que el amonio de la orina neutralizaría el cloro).

    Recorte de prensa de la época | Wikimedia
    Desde el otro lado del océano Atlántico, James Garner leyó la crónica de la batalla de Ypres, y aunque el artículo periodístico no especificaba que el ataque había sido realizado con cloro gas, él lo intuyó e inmediatamente se puso manos a obra e ideó un sistema de protección respiratorio moderno, perfeccionando prototipos más antiguos e ineficaces. Garner recordó una serie de experimentos que había realizado mientras trabajaba en la universidad de Chicago y que estaban relacionados con la capacidad del carbón activado para adsorber ciertos gases. Garner probó con éxito su prototipo de máscara antigás con dos de sus colaboradores (ver imagen) a los cuales recluyó en una cámara cerrada en la que liberó gases tóxicos. Garner desarrolló el filtro de carbón activado como elemento de retención de agentes químicos tóxicos volátiles.

    Hay cierta controversia sobre si realmente atribuir la invención de la máscara antigás moderna a James Garner o bien al británico Edward Harrison, o incluso previamente al ejército alemán, el cual la hubiera desarrollado bajo los auspicios del laureado y oscuro Fritz Haber.

    Las máscaras antigás comenzaron a fabricarse en serie en las factorías de Gran Bretaña y Estados Unidos, y su uso se hizo extensivo incluso a la población civil.

     Le masque à gaz | Fuente

    Después del cloro llegaron otros agentes más tóxicos como el fosgeno y el gas mostaza, y desde entonces la maquinaria cruel e implacable de la industria de la guerra ha creado armas químicas cada vez más destructivas e infames. Pero el diseño de James Garner, aun ideado para una protección en caso de conflicto bélico, fue el comienzo de una era en la protección personal respiratoria de los trabajadores en los ambientes nocivos o tóxicos (gases y vapores) de la industria en general. 

    De las trincheras...
    Imagen | La Aldea Irreductible

     a las fábricas...


    Referencias:
    __________


    NOTA: Esta entrada participa en la VI Edición del Carnaval de la Química que alberga en esta ocasión el recomendable blog Divagaciones de una investigadora en apuros.

    domingo, 10 de julio de 2011

    Cocina modernista

    El multidisciplinar Nathan Myhrvold es el autor del libro "Modernist cuisine", una pequeña joya en donde pone todo su empeño en unir la ciencia con la cocina a través de espectaculares ilustraciones fotográficas. Unas imágenes que muestran las secciones transversales de los recipientes y útiles de cocina, en el mismo momento en el que están siendo cocinados diversos alimentos. Juzgad vosotros mismos...




    Y en esta TedTalk el propio Nathan nos explica muy bien cómo y por qué lo hizo. ¡Que aproveche!



    El libro Modernist Cuisine puede comprarse en Amazon. Y hay más información sobre el mismo en este enlace (pdf).

    lunes, 4 de julio de 2011

    El diccionario del diablo define: Corrupto

    Corrupto, adj: En política, el que ocupa un cargo de confianza o de provecho.


    Fuente: "El Diccionario del diablo". Ambrose Bierce. Ed Galaxia Gutemberg. ISBN: 84-8109-359-9
    Imagen: Dosis diarias. Alberto Montt | 2011-05-26

    La historia del transbordador espacial en imágenes

    Una era que llega a su fin. La historia del programa de transbordadores espaciales de la NASA, en imágenes tan espectaculares como ésta.


    Con 60 fotografías más. Aquí. Absolutamente imprescindible.